NEUQUÉN (AN).- La mitad de la población penal de la cárcel de mujeres de Neuquén son integrantes de la banda narco lideradas por Héctor Montencino y Sergio Rubén Dávila. La relación tras las rejas es un tanto tensa y mientras un grupo recién ha desembarcado en la prisión, el otro aguarda el juicio que podría arrancar en marzo próximo.
La Unidad de detención 16 se encuentra lindante al aeropuerto internacional de Neuquén, tiene capacidad física para 30 internas y en la actualidad hay 24 mujeres habitando sus celdas de las cuales más de la mitad son procesadas.
Hasta hace poco más de un año sobraba espacio y tranquilidad en el penal, pero dos certeros golpes dados al narcotráfico en la región ajetrearon los días tras las sombras del viejo penal.
En 23 de septiembre del 2011 la brigada de Toxicomanía de la policía neuquina desbarató en Cipolletti la banda de la familia Montecino deteniendo a casi todos sus integrantes, salvo Héctor y Ruth que alcanzaron a escapar pero a principios de este año fueron capturados.
Un año después, el 28 de septiembre pasado, otro certero operativo de los uniformados neuquinos logró dar con una suerte de alianza narco que operaba también desde Cipolletti.
La Justicia Federal derivó a la U16 casi la totalidad de las mujeres de la familia de Héctor Montecino y parte del clan de Sergio Rubén Dávila con su esposa a la cabeza.
Ambos capo narco fundaron tras las rejas de la Unidad Federal 5 de General Roca una Alianza por la cual fusionaron sus diezmadas bandas para seguir manejando el millonario negocio de la droga en la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén.
La mayor familia en la prisión de mujeres es la de los Montecino que está integrada por la madre de Héctor, su hermana Ruth, una de sus hijas, ya que la otra tiene prisión domiciliaria, y su expareja y la actual. Las apóstoles narco conviven en la U16 pero no de buena manera.
Si bien no se producen peleas al mejor estilo de las series televisivas sí hay discusiones virulentas en las que no participa ninguna otra interna, salvo las vinculadas a las causa de la droga. Estos culebrones carcelarios son sosegados por el personal penitenciario que busca resguardan la alterada paz.
Algo en común que tienen la mayoría de las vinculadas a esta causa es el abogado, Juan Luis Vincenty. Cuando el letrado va de visita al penal neuquino pasa casi toda la jornada dialogando con cada una de sus clientes que le reclaman los avances de la causa.