NEUQUÉN (AN).- A un mes de lanzarse el plan de cuadrículas la denominada sensación de inseguridad ha bajado en los barrios de la capital pero el delito no decreció aunque aumentó la cantidad de aprehendidos in fraganti. En paralelo comenzaron a observarse los primeros inconvenientes con los móviles nuevos, a lo que se suma el freno de las licencias de los policías y la carencia de choferes, que sigue preocupando puertas adentro de la fuerza.

Entre las distintas miradas sobre el plan, desde el gobierno advierten que hay mayor seguridad, la Justicia alerta sobre lo difícil que es la sustentabilidad económica de dicha estrategia y la criminóloga Claudia Cesaroni advierte que «estos planes distraen fondos destinados a generar más (presencia del) estado en las zonas marginales» (recuadros).

Si bien a partir de mañana se comenzaran a procesar los guarismos que arrojó agosto, ya hay un borrador que maneja la cúpula policial sobre el mentado plan de seguridad por cuadrículas, que ha requerido una inversión que ronda los 30 millones de pesos.

De acuerdo a los datos que surgen, al menos en los barrios más conflictivos de la zona oeste y de Confluencia, se observa que «el delito no bajó pero creció sustancialmente la cantidad de detenidos in fraganti. En algunas comisarías superó el 50% de los hechos» registrados, contó la fuente consultada. Otro dato positivo que se rescata desde adentro de la policía es que producto de la presencia en las calles –ahora hay 100 móviles- creció la cantidad de intervenciones, por lo que bajó la cifra negra del delito aunque nunca hubo un indicador oficial al respecto.

Más allá de los primeros indicadores, en la fuerza entienden que el cambio se va a notar a partir de fin de año cuando la camada de nuevos agentes concluya la capacitación que le resta hacer en las comisarías, desde donde posteriormente serán enviados a trabajar a las cuadrículas.

Pero la estrategia policial de saturar la ciudad con móviles y policías también ha tenido sus primeras complicaciones. Desde el interior de la fuerza refieren que la necesidad de tener personal permanente ha obligado a que en algunas comisarías se suspendan las licencias por 90 días. «Hay muchos efectivos que están pasando parte de enfermo para tener unos días de descanso», relataron. En cuanto a los móviles nuevos -Chevrolet Aveo- han presentado problemas de batería. «Tienen poco amperaje para todos los aparatos que fueron conectados, por lo que se ha pedido que se limite el uso de los vehículos», contó una fuente. A la vez que desde otro sector de la policía agregaron que «se han quemado algunos fusibles por esos problemas con la batería».

Otra de las problemáticas recurrentes de los móviles es que levantan temperatura producto de la baja velocidad a la que circulan patrullando. Además de llevarlos al taller para agregarles refrigerante se les pidió a las patrullas que hagan controles cada tanto con los autos parados para evitar el recalentamiento que podría llegar a fundir el motor. Pero las paradas recomendadas no sólo son producto de la temperatura que levantan los móviles sino que también tiene la finalidad de economizar combustible. En promedio recorren unos 200 kilómetros diarios y como la policía se maneja con cupos de combustible han tenido que implementar dicha estrategia para economizar, ya que el gasto en ese ítem, sólo en el primer mes, se triplicó de 400.000 a 1,2 millones de pesos. Otra de las falencias reveladas está vinculada a la dependencia de los choferes. «Faltan uno o dos choferes y tenemos que dejar parado el móvil», destacaron desde una de las cuadrículas.

fuente: http://www.rionegro.com.ar/diario/luces-y-sombras-del-plan-de-seguridad-neuquino-954670-9521-nota.aspx