CIPOLLETTI (AC).- Preocupa la escasa funcionalidad del edificio de tribunales de Cipolletti y ayer los empleados judiciales manifestaron su intranquilidad por recientes episodios de inseguridad. La semana pasada un preso se fugó cuando lo llevaban a la Defensoría y el jueves las únicas tres celdas no alcanzaron para alojar a la gente que estaba por ser enjuiciada y a los presos que estaban allí para otros trámites procesales. Algunos debieron esperar en los pasillos.
La actividad en los tribunales de calle España 742 es intensa y en los últimos días se incrementó el paso de los detenidos por el edificio. El jueves se hicieron varios juicio orales y coincidió con indagatorias y ruedas de reconocimiento. Todos los trámites tuvieron como protagonistas a personas detenidas que deben ser resguardadas por la Policía del edificio. Sin embargo, los funcionarios están preocupados porque las tres celdas ya no alcanzan y no hay otros espacios seguros para alojar a los imputados que están de paso. El jueves, algunos tuvieron que estar en los pasillos, a riesgo de una exposición de las víctimas que van a declarar o a participar de ruedas de reconocimiento.
El viernes pasado un preso escapó cuando estaba siendo trasladado desde un juzgado hasta una de las defensorías. Los dos organismos no tienen conexión interna y por eso la Policía tiene que sacar a los presos por la vereda. En otras oportunidades, los reclusos han sido agredidos por manifestantes.
Hace unos días, la guardia del edificio tuvo que cerrar la puerta principal por una movilización y todas las personas que tenían que entrar o salir lo hicieron por la Fiscalía. Eso motivó la queja de una fiscal que pidió custodia policial en el Ministerio Público.
«Estas situaciones dejan en evidencia lo chico que se nos está haciendo el edificio para tantos trámites y causas», indicó uno de los funcionarios.
