ROCA.- El Congreso Internacional de Derecho Penal tuvo ayer un grupo de panelistas de no casual inclinación a favor de los juicios por jurados, que respaldaron su inclusión en las reformas procesales desde distintas ópticas.

El juez federal y docente de la Fadecs Orlando Coscia aludió a la necesidad de aplicar el sistema ante la «preocupante situación de 160 años de incumplimiento constitucional» y lo planteó como un modo de «limitar y controlar el ejercicio del poder punitivo» del Estado, pues «sólo el voto del jurado por la culpabilidad autorizará al juez profesional a imponer una pena al imputado». Sostuvo que la intervención de vecinos en la administración de justicia a la vez «amplía la base de legitimidad de la sentencia frente al pueblo». Sumó como argumento que el ingreso de la ciudadanía al Poder Judicial es una manera de «democratizarlo», tanto porque el jurado toma, ante un caso concreto, «una decisión entre pares» como porque «hasta ahora es el único espacio de la administración pública que está vedado» a la participación popular.

A Coscia le siguió el docente de la Universidad de Buenos Aires Alberto Bovino, quien habló de los «estándares internacionales» del derecho penal desde su visión como abogado litigante ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Y por la mañana, en la misma línea, expusieron el juez neuquino Richard Trincheri y el penalista y docente Oscar Pandolfi. El primero dio detalles sobre la reforma procesal penal en Neuquén y dijo que si bien garantizará «eficacia y publicidad en beneficio de todas las partes» del proceso, no será una herramienta contra la inseguridad, atribuyéndole al gobierno la responsabilidad de «atacar las causas estructurales» del delito y a la fiscalía la necesidad de diseñar una adecuada política criminal. Contra lo manifestado por el fiscal del TSJ José Gerez, sostuvo que sí será fundamental la Policía Judicial para el éxito del nuevo sistema.

Por su parte Pandolfi hizo una argumentación constitucional sobre la facultad de cada provincia para legislar sobre juicio por jurados y defendió el sistema contra quienes lo consideran demasiado costoso, asegurando que puede llegar a ser «cuatro veces más barato» que un juicio ante tribunales profesionales. Finalizó resaltando la gravedad del «acostumbramiento» de los jueces actuales al ejercicio del poder punitivo y su pérdida de sensibilidad. «El poder corrompe por sí mismo. Los jurados son jurados una vez en la vida y por eso no se corrompen», aseguró. (Redacción central)

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