Este diagnóstico de la gran mayoría tiene otras connotaciones: se considera que los saqueos fueron organizados, que participaron sectores políticos y que hay una evaluación muy negativa de las policías provinciales, lo que contrasta con una buena imagen de la Gendarmería, según el estudio de CEOP.
En este marco, en el sondeo del CEOP, el 60 por ciento de los consultados dijeron tener mala imagen de la policía provincial de su respectivo distrito, mientras que hubo un 80 por ciento que tuvo una opinión positiva de la Gendarmería.
Asimismo, casi ocho de cada diez personas consideraron que los saqueos no surgieron de la nada, sino que hubo una organización detrás.
El primer paso fue el de los policías, pero luego se sumaron –según sostienen los encuestados– «sectores políticos que quieren desestabilizar al Gobierno»; «grupos de delincuentes organizados» y en la enumeración casi no aparece la alternativa de que se trató de personas necesitadas.
Por último, el sondeo arrojó que un 66,2 por ciento no está de acuerdo con el método de protesta policial, en referencia a las huelgas de los efectivos.
Fuente: Télam