La senadora nacional, Beatriz Rojkes de Alperovich, cargó ayer toda la responsabilidad en los padres de Mercedes Figueroa, la nena de seis años hallada muerta en el barrio Echeverría, en un crimen que conmocionó a los tucumanos y generó repercusión a nivel nacional.
«Tenemos que hacernos cargo de las responsabilidades que tenemos los padres en lo que hace a seguridad y la obligación que tiene el Estado con respecto al control de la seguridad. Pero sabemos que el Estado sólo, sería imposible, porque no podemos tener al señor Estado a la par de una familia que está borracha, y permite que una criatura de seis años esté sola», afirmó.
Debate y controversia
Las declaraciones de Rojkes de Alperovich fueron realizadas en una rueda de prensa al retirarse del nuevo edificio de la Legislatura, donde participó de la apertura de un ciclo sobre «Construcción de diagnósticos locales sobre la problemática de la seguridad desde una perspectiva de género. El rol de las Instituciones provinciales».
La senadora nacional cuestionó la comodidad de muchos padres respecto de lo que hacen o dejan de hacer los hijos. «No podemos hacernos cargo de padres que, por comodidad, permiten que sus niños salgan a la (hora de la) siesta tucumana, que suele ser tan desolada y tan terrible como la noche o que los manden a comprar cigarrillos a cualquier hora, por no molestarse», afirmó.
«La seguridad es responsabilidad del Estado, pero también es obligación de cada uno de nosotros y de nosotras», insistió.
SACRIFICIO DE MADRE.– La mamá de Mercedes, Rosa del Valle Figueroa, tiene 29 años. Según contó su hermana María, la mujer sale todos los días a cortar el pasto para darles de comer a sus seis hijos. Durante ese tiempo, los chicos quedan a cargo de la abuela materna.
PADRE AUSENTE.– La tía de la víctima también señaló que Walter Lobo, el papá de Mercedes, abandonó el hogar hace poco más de un año y que es Rosa quien se hace cargo de todos los gastos del hogar.
LA DESPEDIDA.– Los restos de Mercedes son velados en la casa donde vivió, ubicada en un pasaje sin nombre, a la altura de Francisco de Aguirre y Viamonte. Luego serán sepultados en el cementerio San Antonio de Padua, en Tafí Viejo.
