El abogado Fernando Molina, defensor de Romina Tejerina, condenada por matar a su hija tras el parto, aseguró hoy que la joven jujeña fue beneficiada con su libertad, tras el cumplimiento de dos tercios de la condena, por su buena conducta y porque recibió informes psicológicos favorables.
Por su parte, familiares de la joven que salió ayer de prisión, el mismo día que cumplió 29 años, dijeron que Romina desea «seguir los estudios que está cursando» y tiene la esperanza de evitar una condena social por lo ocurrido con su beba.
Tejerina fue condenada en 2005 a 14 años de prisión por homicidio, y fue liberada ayer tras cumplir 9 años y 4 meses en el penal del barrio Alto Comedero de San Salvador de Jujuy. Molina, en declaraciones a radio La Red, aclaró esta mañana que «para que pudiera acceder al beneficio» de la libertad fue necesario que se estableciera «la buena conducta» de la joven durante los años que estuvo encarcelada.
Además, debió contar con una serie de «informes ambientales y psíquicos favorables», ya que «no es obligación» de la justicia permitir la salida de prisión tras el cumplimiento de los dos tercios de la condena, manifestó.
Por otra parte, Molina recordó que el caso de la violación que denunció la joven, producto de la cual se produjo el embarazo, «es cosa juzgada», ya que llegó hasta la Corte de Justicia, por lo tanto, enfatizó, «no hay posibilidad de abrir el proceso.
Eduardo Vargas, el hombre señalado por Romina como su supuesto violador, argumentó haber mantenido una relación consentida con la joven y fue sobreseído por falta de pruebas.
El abogado recordó que el caso Tejerina «fue un disparador para que se analizara otra vez el tema del infanticidio» que había sido quitado en 1993 del Código Penal como un atenuante en el caso de producirse durante el puerperio.
Pero en la reforma del Código Penal que impulsa el gobierno, dijo, «está previsto que se vuelva a tratar como un homicidio atenuado», ya que «históricamente fue reconocido como algo posible en condiciones psicológicas y sociales extremas».
Romina Tejerina dio a luz a una niña en el baño de su casa de San Pedro de Jujuy el 23 de febrero de 2003, tras ocultar su embarazo.
Allí mismo, la joven apuñaló a la beba, que murió dos días después en un hospital, tras lo cual fue detenida.
La joven fue condenada a 14 años de prisión el 10 de junio de 2005 y tres años más tarde la Corte Suprema de Justicia dejó firme el fallo.