Tuyuc, una maya cakchiquel de 55 años, perdió a su padre y a su esposo durante el conflicto armado interno entre la guerrilla izquierdista y el ejército, que dejó 250.000 muertos y desaparecidos entre 1960 y 1996, según la independiente Comisión para el Esclarecimiento Histórico.
Esos hechos animaron su deseo de justicia y paz, y dieron paso a sus largas y reconocidas luchas desde la sociedad civil, cuyo epicentro ha sido la no gubernamental Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala, que aglutina a víctimas de la guerra, y que Tuyuc dirige desde 1988. Ella será la primera mujer indígena que recibirá el prestigioso premio Niwano para la Paz, el 10 de mayo en Tokio, “en reconocimiento de su extraordinario y obstinado trabajo para la paz como activista y líder de derechos humanos”, según la fundación japonesa que lo otorga.
El comité del prestigioso galardón creado en 1983 también destacó que Tuyuc es “un ejemplo inspirador de cómo las víctimas de la discriminación, basándose en su fe, pueden trabajar juntas para luchar contra las violaciones de los derechos humanos e invertir las causas que les han dañado tan profundamente”.
IPS: ¿Qué significa para la paz, la reconciliación y la justicia del país el proceso por genocidio que comenzó el 26 de enero contra el general golpista Efraín Ríos Montt (1982-1983)?
ROSALINA TUYUC: Son procesos judiciales esperados por más de 20 años. Esto sienta un precedente histórico en la situación jurídica del país. Y es una muestra de que algo tiene que declarar y asumir como jefe de Estado cuando ocurrió el golpe.
Lo que más deseo es que, si todos los testimonios aportados (en el caso) apuntan a una responsabilidad política y administrativa, en nombre del Estado se dé la esperanza de que en Guatemala es posible juzgar los crímenes de genocidio sin ir al campo internacional.
IPS: Empresarios, altos jefes militares y figuras que en el pasado era impensable que fuesen procesados, son juzgados ahora por los tribunales. ¿Cree que Guatemala va camino de derrotar la impunidad?
RT: Efectivamente, así es, vamos camino a derrotar la impunidad. Este momento debió haber ocurrido hace 15 o 18 años porque si son juzgados casos menores como robos, ¿cómo no se van a juzgar 200.000 vidas ejecutadas por órdenes de agentes del Estado? Esto debe ser una muestra de buena voluntad en la aplicación de justicia, como país civilizado ante el resto del mundo.
IPS: ¿Qué pasos trascendentales debe dar el país en ese camino?
RT: El sistema de justicia debe demostrar a nivel nacional e internacional que acá sí hay voluntad política para lograrlo y también está la parte de sensibilización a nivel general para que estos actos se conozcan y nunca más se vuelvan a cometer.
A la institución armada le corresponde reivindicar su imagen. Yo esperaría que el (presidente de Guatemala desde el 14 de enero) general Otto Pérez Molina, que está al frente como autoridad máxima del país, pida perdón por los abusos cometidos. Pero no solo eso, sino que diga dónde están los desaparecidos que son 60 o 70.000 personas. Su localización es un acto de reparación moral e institucional que debe buscar la institución armada con todas las víctimas.
IPS: Los Acuerdos de Paz marcaron un antes y un después en la historia del país, pero también han recibido críticas. ¿Cuáles son a su juicio los mayores logros de estos acuerdos?
RT: La aprobación de leyes sociales, como la creación del fondo de tierras, del Banco de Desarrollo Rural, que es mixto, las leyes de dignificación para las mujeres, contra la violencia intrafamiliar y contra toda forma de discriminación.
Tenemos institucionalidad indígena, (a través de instancias) como la Comisión Presidencial contra la Discriminación, la Defensoría de la Mujer Indígena y un medio de comunicación maya. Si no hubiera sido por los acuerdos de paz, muy probablemente esto no hubiera ocurrido.
IPS: El tema agrario sigue siendo un talón de Aquiles para el desarrollo pleno de los pueblos indígenas. ¿Ve cambios en el horizonte?
RT: El tema agrario siempre fue la causa y origen del conflicto armado y sigue siendo un tema de mucha conflictividad social. Creo que el día que el Estado entienda que los pueblos indígenas vivimos de la Madre Tierra y de sus recursos, habrá cambios.
IPS: En este par de meses de su gestión de cuatro años, ¿el presidente le ha inspirado temor o esperanza?
RT: El temor más fuerte es la actitud racista del nuevo gobierno. El segundo mensaje es que toda la inversión para combatir el hambre será a base de megaproyectos, y eso sí es una preocupación muy alta en las organizaciones sociales, porque de nuevo no hay cambios sino más continuismo de lo que otros gobiernos han hecho.
Siempre se prioriza la parte de mercado sin ver el daño que esto ocasionaría a la Madre Tierra, al agua y el bosque, que son la parte esencial.
IPS: ¿Qué significa recibir el premio Niwano para la Paz?
RT: Es el regalo más grande que se me da por el aporte o el grano de maíz a todas las luchas sociales, por todos los cambios que deseamos en nuestra Guatemala. Lo veo también como un homenaje a todos quienes fueron mi inspiración, a aquellos liderazgos comunitarios que lucharon por la tierra y los recursos naturales antes de los años 80 y a los que, lamentablemente, en el camino truncaron su esperanza.
Es duro llegar a la paz en una sociedad como la nuestra, pero vale la pena hacer el intento de la armonización de la cultura y del ser humano con la naturaleza
Fuente: http://periodismohumano.com/mujer/vamos-camino-a-derrotar-la-impunidad.html