Las activistas Michelle Vargas y Michelle Mendoza, de Comunidad Trans, dentro del Movimiento Evita, quisieron denunciar el maltrato sufrido en el supermercado de Zeballos y Callao ayer a la tarde pero terminaron demoradas en la seccional 6ª hasta bien entrada la noche. Los agentes policiales que llegaron a la esquina a escuchar sus quejas por la discriminación también las trataron con género masculino, y con calificativos despectivos como «negros» y «putos». Ni siquiera la intervención telefónica del diputado provincial Eduardo Toniolli, presidente de la comisión de Derechos y Garantías, pudo impedir que se llevaran a las dos Michelle en un patrullero.
La discriminación comenzó ayer a la tarde en el supermercado de Zeballos y Callao, adonde Michelle Vargas fue a comprar facturas para acompañar los mates de una reunión política. Debió esperar quince minutos para que la atendieran, porque los empleados se burlaban de ella y se pasaban la pelota, siempre tratándola en masculino. «Atende vos», se decían uno al otro. Indignada por el maltrato, volvió al departamento donde estaba reunida con otras dos compañeras, Michelle Mendoza y Lali Krupp, y decidieron volver las tres, acompañadas por una periodista, a pedir la identificación del encargado y los cuatro empleados que estaban en el local. Volvieron a sufrir insultos, a los que se sumó el propietario del comercio. Las agredidas avisaron que iban a hacer la denuncia y el comerciante se les adelantó en llamar a la policía.
Cuando llegaron los móviles 3809 y 4345 del Comando Radioeléctrico, el maltrato se agudizó. A Michelle Mendoza la empujaron y la tomaron por los hombros. La dirigente atinó a llamar por teléfono a Toniolli, quien mantuvo una áspera conversación con el agente, que tampoco quiso identificarse. El policía le dijo a Toniolli que «los señores» iban a ser trasladados a la comisaría para hacer la denuncia, de modo que confirmó que ellas eran las agredidas. Las dos Michelle fueron llevadas en patrullero –y esposadas, según relató luego Lali– a la seccional, donde las mantuvieron demoradas por horas.
Consultado por Rosario/12, el comisario Walter Leiva, a cargo de la 6ª, se amparó en una supuesta infracción de las dos trans a la ley 10.703, y afirmó que interviene el juzgado correccional en turno. Lo cierto es que el propietario del local no fue demorado en ningún momento, y llegó por sus propios medios, después de las 19.30, a hacer la denuncia en la comisaría.
Toniolli interpuso sus quejas ante el subjefe de la comisaría, de apellido Maldonado, por el doble estándar mostrado al demorar a las dos denunciadas por el propietario del comercio, cuando el comerciante estuvo siempre en libertad, pese a la denuncia de las activistas trans. Incluso, el legislador le recordó a Maldonado que existe un proyecto de ley de identidad de género con media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación. El funcionario policial se mofó: «Sólo tiene media sanción», le dijo.
«Me comuniqué con la secretaria de Derechos Humanos, Nadia Schujman, y apenas recuperen la libertad las compañeras iremos a hacer la denuncia donde corresponda», indicó Toniolli.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/9-32855-2012-03-10.html