Una oficial y exesposa de un alto jefe de la Policía Federal Argentina, identificada como Mariela Guadalupoe Chávez (41), fue detenida ayer en Buenos Aires, acusada de secuestrar -mediante engaños- a jóvenes salteñas de escasos recursos y someterlas a trabajo esclavo, haciéndolas cuidar y convivir, en medio de la inmundicia, con decenas de perros. De la misma manera, dos días antes, en El Galpón, en la zona sureste de la provincia, departamento de Metán, fue aprehendida su madre, Delia Nicéfora García Gómez (63), por los mismos cargos, quien tenía bajo control físico y psicológico, a la exesposa de uno de sus hijos, Laura Mercedes del Valle Cortez (28), y a su nieta e hija de la joven, de seis años.
Ambas víctimas fueron halladas durmiendo en el piso, en una habitación precaria salpicada de trozos de colchón destrozados por dentelladas de perros que convivían con las mujeres.
Los policías, investigadores de la División Trata de Personas de la Policía de la Provincia, se tuvieron que cubrir las fosas nasales con pañuelos, en virtud de que el lugar estaba sembrado de estiércol y orina de los animales y de las propias víctimas, quienes eran encerradas bajo llave en horas de la noche y cuando la propietaria del inmueble salía.
Las investigaciones de este caso, que maneja a nivel judicial el juez federal 2 de Salta, Miguel Medina, se iniciaron en marzo, cuando los pesquisas recibieron denuncias que Mariela Guadalupe Chávez se había apersonado en El Galpón y estaba reclutando chicas de bajísimos recursos para llevarlas a “trabajar” a Buenos Aires.
De esa manera, se logró establecer que había, efectivamente, captado los servicios de dos hermanas, Claudia Anahí Reales (19) y su hermana de 17, y las había llevado hasta su domicilio en avenida Congreso, en Buenos Aires.
En tanto, recibieron la visita de un matrimonio integrado por Silvia González y Germán Cortez, quienes denunciaron que hace ocho años que no veían a su hija Laura, que sabían que había dado a luz a una criatura hace seis años y que sospechaban que estaba bajo condiciones de esclavitud a manos de su suegra, ya que les había mandado un mensaje telefónico en el que describía la situación de ambas. “Me tienen encerrada. Si me pasa algo sepan que Delia me tiene bajo llave a mí y a mi hija y si me escapo, la mata”, decía.
Con esos datos, los policías aceleraron las investigaciones, obtuvieron una orden de allanamiento librada por el juez Medina y hace dos días irrumpieron en el domicilio de la sexagenaria cancerbera, comprobando la terrible realidad en la que estaban sumidas tanto la joven mujer como su hija de seis años, a quien ni siquiera enviaba a la escuela.
De inmediato, la sospechosa fue detenida y trasladada a la capital de la provincia, en tanto que sus prisioneras, quedaron a resguardo de especialistas del Ministerio de Derechos Humanos.
En tanto, ayer, fue allanado el domicilio de Mariela Guadalupe Chávez, hija de Delia Nicéfora, en Buenos Aires, una verdadera fortaleza rodeada de rejas y paredes de tres metros de altura. Allí, hallaron, en el fondo, en las mismas condiciones que Laura y su hija, a Claudia Anahí Reales (19), pero no así a su hermana menor de 17, quien, con su ayuda había logrado escaparse de su espantoso cautiverio. Claudia Anahí sonrió a los efectivos que actuaron con apoyo de gendarmes y efectivos bonaerenses, quienes no podían creer que la tuvieran viviendo en el fondo, en una especie de canil, junto a 15 perros, sin ningún tipo de higiene.
Chávez fue detenida y trasladada ayer a Salta. La mujer tiene una hija de seis años, quien quedó a cargo de su padre, el empresario porteño Héctor Osvaldo Cainelli (85), quien contó que le había dado a su amante el dinero para fletar un camión a El Galpón, donde fueron trasladados 17 perros vagos, que la mujer había rescatado de la calle, al igual que los que estaban en el domicilio.