El sábado pasado, alrededor de las 7.30 se produjo una reyerta generalizada en el pabellón 3 de la U47, de San Martín. Reyerta generalizada, como últimamente pareciera definir el choque entre grupos de presos hostiles entre sí, digitados por el SPB, que conoce las enemistades como si se tratara de los polos opuestos de un imán casero. Uno de los internos, David Naranjo Pereyra, resultó herido gravemente y debió ser enviado al Hospital Bocalandro. Se trata del mismo complejo de San Martín que aparece en el centro de la escena, ya no nacional sino internacional: intervinieron ya la ONU y la CIDH.
Los dos grupos de internos se trenzaron con facas y arpones, hasta que Naranjo cayó apuñalado y otros dos internos resultaron con heridas de no tanta consideración. Se trata de Marcos López y Maximiliano Paz. Naranjo recibió un puntazo en el abdomen y fue intervenido quirúrgicamente. Los médicos aseguraron que no murió de milagro.
Por la tarde del mismo día se produjo una nueva pelea, esta vez en el acceso al SUM de visitas, donde la pelea se desató entre internos de dos pabellones diferentes. Resultaron heridos Nicolás Gauna y otro interno de apellido Velazques.
Lo llamativo, si es que no sigue siendo llamativa tanta violencia intracarcelaria dirigida, es que se produjo a las pocas horas de la visita de funcionarios de nivel nacional y provincial a las tres unidades del complejo, U46, U47, y U48.
Una resolución de la Suprema Corte bonaerense sugirió a la procuradora de la SC, María del Carmen Falbo, que unifique todas las investigaciones sobre casos semejantes en una sola fiscalía. La intención es averiguar si las peleas son dirigidas desde arriba. Por ahora, no hay señales de unificación.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-194205-2012-05-17.html