El Poder Judicial de Santa Fe avanzó la semana pasada con el concurso para seleccionar el cargo de lo que será «el corazón del nuevo sistema penal»: la Oficina de Gestión Judicial. Así lo destacó Alejando Panizzi, ministro de la Corte Suprema de Justicia de Chubut, que fue invitado a conformar el jurado del concurso para director de la Oficina, de las localidades de Rosario y Venado Tuerto. Del jurado formaron parte también el ministro de la Corte santafesina, Daniel Erbetta, el presidente de la Cámara Penal de Rosario, Ernesto Pangia; y Tomás Orso, presidente de la Cámara Penal de Venado Tuerto. Los concursantes ingenieros, administradores de empresas y contadores por Rosario son 11; y los de Venado Tuerto, tres; según quedaron los números luego del examen escrito. «Con el nuevo sistema, el organismo de juicio queda desprovisto de toda tarea administrativa; o sea que la nueva oficina se encargará de la gerencia de los procesos desde que se inician hasta su finalización», subrayó Panizzi. Esto tiene que ver con lo que indicó el ministro Erbetta semanas atrás a Página/12, acerca de que los jueces ya no tendrán despachos y que serán llamados por la oficina para asistir a las audiencias.
Cálido y claro, en contacto con la prensa local, el ministro Panizzi se refirió también al debate sobre la democratización de la justicia, al sistema penal que se implementa en Chubut desde 2006; y también comentó algunos fragmentos de su libro reciente «Las funciones malditas del Poder Judicial».
Para Panizzi, la Oficina de Gestión Judicial es un organismo «novedoso» del sistema acusatorio, hacia el cual está encaminada Santa Fe. «El proceso penal actual está basado en el trámite; este nuevo sistema se basa en el resultado. Es un cambio de paradigma copernicano donde se incluyen las más modernas herramientas de gestión, nuevos procesos de trabajos otra concepción del trabajo judicial. Es un proceso mucho más democrático: es público. Todo transcurre en una audiencia y cualquier ciudadano puede acceder a la información a través de una página web». En cuanto a las metas del nuevo sistema, Panizzi destacó «la eficiencia y la eficacia». Con esta oficina «se desbarata la cultura del expediente, no existe ese viejo sistema donde el juez acumula papeles».
En Chubut, la experiencia lleva unos siete años. «Hubo dificultades, más que nada con la implementación. Se requiere de un cambio cultural muy importante», subrayó. Para ejemplificar la eficacia del sistema, el funcionario judicial mencionó un caso en Chubut. «En el homicidio de un remisero que ocurrió un domingo, el viernes siguiente ya tenía sentencia. No ocurre en todos los casos pero es un proceso que tiene un plazo máximo de duración de tres años, y si no se resuelve en ese plazo, caduca. El fiscal (que es quien lleva adelante la investigación en el sistema acusatorio) tiene la obligación de esclarecer el hecho dentro de ese término; y el juez aparece como un tercero neutral».
Acerca del proyecto del Gobierno nacional para democratizar la Justicia, Panizzi dijo que lo que reclama la presidenta Cristina Fernández es «una oportunidad formidable de discutir algunos temas». Y agregó: «Hay cosas que, nosotros: jueces que pertenecemos al poder más conservador del estado, tenemos que relegitimar y poner sobre el tapete para su discusión. La sociedad ni siquiera nos entiende (en las sentencias). Nosotros hablamos de foja, de estese, de ut supra. El código procesal chubutense tiene un artículo que obliga a los jueces y fiscales a utilizar un lenguaje sencillo y comprensible para las partes. El Poder Judicial debe desbaratar ese divorcio que hay con la sociedad y debemos admitir de una vez por todas que la fiabilidad del Poder Judicial se puso en crisis».
Este año, Panizzi presentó su libro «Las funciones malditas del poder judicial», en el que procura «mostrar una mirada no neutral de lo que es el poder judicial: el más desconocido de los tres poderes por el ciudadano», explicó.
fuente http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/10-38097-2013-03-18.html