Las únicas acciones destituyentes en Santa Fe son las que el propio gobierno provincial se ha generado a sí mismo con una política de seguridad conservadora, errática y fracasada. Una política caracterizada, por la consolidación de la autonomía policial, una policía partícipe de delitos, violenta, corrupta e ineficiente sin conducción política, ausencia de políticas de prevención social del delito, falta de producción de información y ocultamiento de la poca existente, «desfederalización de facto» del abordaje de la narcocriminalidad a través de una fracasada operación político-judicial-mediática liderada por la banda de la División Judiciales y el hoy juez en fuga Juan Carlos Vienna, manipulación de escuchas federales para construir «superhéroes» amenazados e «hipervillanos» derrotados, operaciones sobre medios y periodistas y mucho, mucho circo.
Ahora que al circo del gobierno se le voló la carpa, debajo resulta que no hay nada o, peor aún, nada que el gobierno desee mostrar. Y cuando iniciaron el primer circo, fraguando una guerrita contra las drogas, con las topadoras del gobierno demoliendo quiosquitos, esto es los puntos vulnerables y reemplazables del comercio minorista de drogas, indicamos lo contraproducente que estas estrategias espectaculares resultan. Ya en ese momento observamos públicamente que en política de seguridad la materialidad del fenómeno hace que, más temprano que tarde, los circos se vuelvan en contra de quien los crea como bumerangs.
El gobierno provincial armó tantos circos y cada vez más grandes que ahora que la estrategia se le vuelve en contra busca desesperadamente responsables afuera. Pero en realidad los responsables están entre ellos: ¡integran el gabinete!
Criminólogo, titular de la Cátedra de Criminología de la Facultad de Derecho de la UNR. Fue Director de Seguridad Comunitaria durante la gestión de Hermes Binner.
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