La ciudad de Rosario registró este año un récord de asesinatos con una tasa de casi 21 homicidios por cada 100.000 habitantes, lo que la convirtió en uno de los distritos más violentos del país. La cifra total es de 253 muertes en toda la Unidad Regional II de policía, que tiene su propia forma de contabilizar y cuyos números llegan a 235. Poco cambia en definitiva para un conglomerado de casi un millón 200 mil habitantes para el departamento Rosario. La cifra se elevó notoriamente desde el año pasado, cuando en Rosario hubo 182 homicidios, lo que arrojó una tasa de 15,2.

Para el diputado provincial Eduardo Toniolli, que analizó las estadísticas del propio Ministerio de Seguridad, «se observa un marcado aumento fundamentalmente entre los años 2011 y 2013, con centralidad en las Unidades Regionales I y II, de Santa Fe y Rosario, en un 70 por ciento cometidos mediante el uso de armas de fuego».

Por otra parte en la información referida a las características de los delitos de homicidio se observa que «para el mes de noviembre de 2013 el 90 por ciento de las víctimas fueron hombres, el 80 por ciento de los homicidios fueron cometidos mediante el uso de armas de fuego, el 80 por ciento responde a causas de cuestiones familiares o interpersonales y hay una tasa de esclarecimiento menor al 50 por ciento. Con excepción de la tasa de esclarecimiento, sobre la cual no hay información para el resto del año o años anteriores, los patrones acerca de las características de los delitos se repiten para los meses restantes del año 2013 y para años anteriores».

Según Toniolli, «esto permite inferir un alto nivel de presencia de armas de fuego en la sociedad, y que si la mayor parte de los delitos responden a cuestiones familiares o interpersonales significa que las personas que comparten un mismo entorno consideran factible la posibilidad de resolver sus conflictos mediante métodos violentos y que encuentran la posibilidad de acceder a los medios -armas- para llevar a cabo estas acciones. Por otra parte observamos que el 80 por ciento de los homicidios se producen a causa de cuestiones familiares o interpersonales, el 11 por ciento en ocasión de robo y el 6 por ciento a causa de enfrentamientos con la policía. Estos porcentajes se mantienen año a año, mas allá del aumento en la tasa de homicidios».

Pero también cabe, para el legislador, una mirada crítica sobre los propios números oficiales: «Entendemos que en la categorización de Conflicto Interfamiliares o Conflicto Interpersonales se incluye una amplia y variada cantidad de situaciones que si bien pueden darse en un contexto de cercanía territorial pueden responder a otras causas, vinculadas a otra índole de delitos u organizaciones delictivas, es decir que la inclusión del mayor porcentaje de delitos en esta categoría estaría velando en efecto las causas reales por las que los mismos se producen, más aún teniendo en cuenta que existe una baja tasa de esclarecimiento. Es decir, que puede ocurrir un homicidio entre dos vecinos, o dos personas que se conocen, pero el mismo puede darse a raíz de un enfrentamiento motivado en la disputa por el territorio para la venta de drogas o para el control del mismo, o a raíz del enfrentamiento entre hinchadas de fútbol o ‘banditas’ barriales que desarrollan alguna actividad ilegal con protección policial, etc».

«En estos casos, reducir las causas del homicidio a una cuestión interpersonal o intrafamiliar es velar el hecho de que estos enfrentamientos se producen como parte de un engranaje de mayor alcance en el cual se sostienen organizaciones y economías delictivas. Es lo mismo que hablar genéricamente de ‘ajuste de cuentas’, lo que hay que preguntarse en todo caso es qué cuentas son las que se ajustan, cuáles son los conflictos que se resuelven mediante métodos violentos», concluyó Toniolli

Las razones del incremento de homicidios están vinculadas a la exclusión social, según Enrique Font, titular de la cátedra de Criminología de la Universidad Nacional de Rosario: «Una de las principales causas del fenómeno es la violencia horizontal, en la que jóvenes en situación de exclusión laboral y educativa y estigmatizados por la Policía entran y salen del delito de manera fluctuante», afirmó.

Font explicó que «no son profesionales del delito», sino que «recurren a la violencia para construir identidad e inclusión» y son un grupo que «también entra y sale del empleo». Esa caracterización complejiza los estereotipos que circulan socialmente alrededor de los jóvenes en relación con el delito. Para empezar a revertir esta situación, el ex funcionario propone implementar «una política de prevención social».

Según datos de la Unidad Regional II de la Policía santafesina, en los primeros 10 meses de 2013 se cometieron 174 homicidios en la ciudad de Rosario y 35 en las otras seis localidades departamentales. También remarcó que «la ciudad de Santa Fe llegó a tener tasas altas y en los últimos años bajó aunque siguen siendo altas. Rosario, antes tenía tasas bajas, como las de la ciudad de Córdoba (TH 5,11) y las de la Capital Federal (TH 5,46), pero aumentó en los últimos años».

Para Font, los «homicidios en ocasión de robo», que suelen ser presentados por el gobierno provincial como el problema de la «inseguridad», representan uno de los porcentajes más bajos dentro del total de homicidios dolosos.

Según datos de la Unidad Regional II de la Policía santafesina, en los primeros 10 meses de 2013 se cometieron 174 homicidios en la ciudad de Rosario y 35 en las otras seis localidades departamentales. De esos casos, 26 fueron cometidos en Villa Gobernador Gálvez, 4 en Granadero Baigorria, 2 en Arroyo Seco y 1 en Funes, Pérez y Pueblo Esther.

Según el Ministerio de Seguridad, se ha podido determinar que los homicidios vinculados al narcotráfico «han fluctuado entre el 16 por ciento y el 18,39 por ciento del total para la ciudad de Rosario, y entre el 16 por ciento y el 19,14 del total», para el departamento que incluye a la ciudad más grande de la provincia.

Respecto a esta situación, el gobernador santafesino Antonio Bonfatti dijo en noviembre a la prensa que el 66 por ciento de los homicidios ocurrieron «entre personas que se conocen» y en «relaciones interpersonales». «Hoy prima la violencia entre la gente porque se peleó con el novio o se separó de la mujer…», sostuvo el mandatario.

Las cifras de Rosario son muy altas si se las compara con otras zonas densamente pobladas del Gran Buenos Aires. Por ejemplo, La Matanza tiene una TH de 9,62 con un millón 700 mil habitantes; Quilmes llega al 9,07 con una población de un millón 300 mil y San Martín al 11,18 con 1 millón 600 mil, según cifras de la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia bonaerense. En tanto, toda la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país, alcanzó en 2012 un total de 1.196 homicidios con una TH de 7,65.

 

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