Mañana se cumple el primer aniversario de la puesta en marcha del nuevo sistema procesal penal en la provincia, cuyas audiencias orales y públicas superaron ampliamente al viejo sistema escrito y secreto. Para trazar un balance de los primeros doce meses de trabajo, Rosario/12 entrevistó al fiscal regional Jorge Baclini, que consideró como «aceptable» los «logros» obtenidos hasta el momento. El funcionario judicial remarcó que se mantiene aún un «déficit estructural» en la etapa investigativa a raíz de la falta de recursos humanos y materiales que debe proveer el gobierno provincial. Por otro lado, reconoció que la presencia de Gendarmería fue «importante» para generar una «percepción de mucha más tranquilidad» y contribuyó al descenso de la tasa de homicidios en la ciudad, aunque eligió no pronunciarse sobre un posible regreso de la fuerza nacional.
-A un año de su implementación, ¿se encuentra asentado, aceitado el nuevo sistema penal?
-Está funcionando, que ya es mucho decir por tratarse de un sistema que es nuevo, que se encarga de la persecución penal en toda la provincia, con toda una metodología de trabajo que requiere cambios estructurales en las prácticas, en las formas de trabajo, en el personal. Acá se arrancó con toda una estructura nueva y eso requiere muchísimo engranaje y coordinación. Por lo que tuvimos en el primer año, son aceptables los logros que se van obteniendo. La proyección es buena. Hay que tener en cuenta, en lo que es el ámbito de la Segunda Región, que se cambió la metodología de juzgamiento: hoy todo se resuelve en audiencias orales y públicas, esto ha generado un impacto muy fuerte que significa que las resoluciones son de mejor calidad, porque se consume el debate en toda la audiencia y el juez resuelve allí mismo, y es de mejor calidad porque las partes se autocontrolan. El imputado y la víctima verifican cuándo está presente el contenido de la audiencia. Y fundamentalmente, el público a través de los medios observa el contenido de la resolución. Se han realizado en toda la Segunda Circunscripción alrededor de 5 mil audiencias, es un número que demuestra lo que ha sido la carga de trabajo y que en el futuro va a ser mucho mayor siempre que se acompañe con mayor cantidad de recursos. Dicho número es tan significativo porque en la República Argentina creo que ningún sistema de los nuevos instaurados, ni por asomo, tenga esa cantidad de audiencias. La audiencia requiere de un fiscal preparado en la previa, con material suficiente. Tuvimos seis juicios orales, que es poco, pero es la dinámica que se viene, hay proyectados diez más. Y con la cantidad de audiencias preliminares que llevamos, que es la audiencia previa al juicio, tenemos 150 más las preliminares que se desarrollan en este primer semestre. La proyección de juicios orales para este año es muy importante, con el tiempo va a ser cotidiano.
-¿Se vencieron las resistencias que tuvo al principio?
-Las resistencias se manifiestan de distinta manera. Yo no hablo de que se vencieron, porque quien tiene una posición filosófica sosteniendo que esta no es la mejor manera de juzgamiento siempre la va a mantener. Lo noto cuando empiezan a traerme números del sistema inquisitivo, en el que la delegación de funciones hacía que el empleado soportara toda la carga, porque era escrito, donde se toma la cantidad de juzgamientos y no la calidad. Ese grupo de personas no lo vamos a cambiar nunca. Hoy no se va a manifestar de frente la resistencia al juicio oral, pero sí van a empezar a objetar el monto de pena que se impuso o que en el sistema escrito se condenaba el caso que en una audiencia oral se archiva. Hay distintas formas de críticas, siempre hay vueltas y manifestaciones distintas.
-¿Cuánto dificultó la tarea el hecho de haber comenzado con una cantidad de fiscales menor a la planificada?
-Tuvimos carga de trabajo cero, por eso se pensó que sobre todo los fiscales iban a poder manejar bien la carga. Pero en la dinámica de trabajo con un fiscal que atiende de primera mano, como es este trabajo, prontamente se notó la carencia, sobre todo de fiscales y empleados que lo asistan. Eso generó que nuestros números, en resultados o cantidades, no hayan tenido la consolidación del número que yo tenía en expectativas. Hablo de más de 550 condenas con procedimiento abreviado en poco tiempo más la cantidad de juicios orales, las probations más la cantidad de casos de mediación que se conciliaron. La expectativa de resolución ronda entre los 1.500 y 2 mil casos y en el futuro la expectativa será ir aumentando progresivamente este número hasta llegar a valores razonables, dentro de un sistema cuya respuesta no es únicamente pena o no pena como era el sistema tradicional.
-¿Cómo califica la tarea de los fiscales?
-Considero que han trabajado muy bien, destacando varias cuestiones. Primero que adoptaron las prácticas nuevas que les impusimos, que no era menor. Había que capacitarse, tener la suficiente fuerza y sostén para ir a las primeras audiencias, no era simple, genera un temor impresionante. Hemos hecho un montón de cursos de capacitación y ya ninguno de nosotros se animaba a exponerse a una audiencia en ese sentido. Fue difícil, pero se consolidó bien. Fue importante también que a la audiencia no se ingresara nada por escrito y esto hubiera evitado que se desarrolle de forma oral. En esto, los fiscales, con poca experiencia en la cancha, en general llevaron muy bien la dinámica. Repito: sin empleados al principio, la víctima que venía la atendía el fiscal, a la próxima la atendía el fiscal, y así fue durante mucho tiempo. Genera mucho desgaste.
-¿Por qué se mantiene elevada la tasa de esclarecimiento de homicidios?
-No podemos hacer un comparativo, porque no sé cuál es la tasa de otros años ni tampoco con otros lugares del país. Tenemos casos donde hemos identificado imputados, donde la tasa es un porcentaje que se va mejorando y mes a mes puede tener una variación. Por ejemplo, en este mes de enero es más alta proporcionalmente de lo que es el histórico. Fue de un 70 por ciento, cuando en otros meses rondó entre un 53 y un 57, 58 por ciento…
-¿Por qué motivo creció en el mes pasado?
-La tasa es variable de acuerdo al tipo de homicidio que se produce. Mientras tuvimos un comienzo muy fuerte con determinada tipología de homicidio, que hoy ha mermado un poco, relacionados con economías delictivas o hechos particulares, es decir robo, que son muy difíciles de esclarecer porque la falta de relación entre víctima e imputado hace que se requiera toda una tarea de inteligencia difícil. Los homicidios relacionados con economías delictivas…dos personas en moto, con casco, se bajan y acribillan a otro. Esta tipología la tuvimos muy fuerte en el primer semestre del año pasado, no tanto en el segundo semestre a partir de la vigencia de las fuerzas federales. Eso mermó en forma importante. Lo que es el homicidio vinculado a la relación interpersonal, dos personas que se conozcan, que son del barrio, que son homicidios que se cometen los fines de semana más comúnmente, son los números que más han aumentado en el último tiempo, son homicidios que se esclarecen más. Y esos son índices de homicidios que uno ve con más desarrollo en los últimos tiempos. Hay que tener en cuenta que tuvimos períodos donde se desarticuló todo lo que era la brigada de Homicidios de la Unidad Regional II, que empezaron a trabajar con la Policía de Investigaciones (PDI), pero que esto no fue totalmente coordinado. Se trabajó con una brigada que tenía 18 investigadores y nosotros esa cantidad ni aún hoy la tenemos. Sí hemos logrado que la PDI le asigne a cada fiscal de Homicidios Dolosos dos brigadistas, entonces el fiscal le maneja orden directamente desde la escena del hecho. Y esto es importante porque genera una celeridad en la resolución y una dinámica muy importante. El fiscal está a la cabeza del caso desde la escena y obtiene información de mejor calidad, da directivas en función de la provisión de datos que le da el órgano criminalístico para determinar medidas en ese mismo momento. En el futuro, sí o sí, cuando yo tenga más fiscales…la Unidad de Homicidios está proyectada con ocho fiscales y hoy tengo cinco, más una estructura de empleados que debería ser el triple de lo que es hoy. Esto es en recursos humanos, después tenemos un montón de defectos en recursos de materiales. Tenemos el área de criminalística, donde nos falta tecnología en la investigación, cuando uno observa en Buenos Aires que se está hablando de microscopios de barrido electrónico para detectar manchas de pólvora…nosotros se lo estamos mandando al Conicet para que haga esa pericia aquí, un poco lo hacen de favor y por colaboración, pero después hay que pagarlo y no hay una coordinación puntual con eso. Hoy yo sé que se compró un microscopio, que se licitó y que está por venir, pero entretanto uno tiene que lidiar con lo que tiene. Para analizar un celular tenemos que mandar a un laboratorio de Paraná, se ha comprado pero todavía no está. Los cromatógrafos de análisis de sangre y orina todavía no están en funcionamiento. Son todos defectos que nos obligan a estar derivando a Córdoba, Paraná, Buenos Aires, Santa Fe.
-¿Lo debería comprar el gobierno provincial?
-Sí. Según nos dijeron, ya están licitadas las compras y algunas ya se están efectuando, que en el curso del año se estarían implementando. Con eso, la tecnología de la información también ayuda, el delito se ha tecnificado mucho y es lógico que mejoremos todo nuestro aspecto criminalístico, que es un difícil estructural.
-Con la llegada de Gendarmería descendieron los homicidios…
-Cambió la tipología del homicidio y en general descendió en términos numéricos de lo que fue el 2013 con 264 homicidios a 247 que cerró el año 2014. El número es alto, pero también es importante remarcarlo que es el primer año, después de varios, que se muestra una tasa de descenso.
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