Publicado el 03/06/2012 – Brindar contención y una respuesta concreta a las víctimas o damnificados por un hecho delictivo son el objetivo primordial de la nueva forma de trabajo de los Tribunales Penales de Frías, ciudad en la que se pusieron en práctica los lineamientos del reformado Código Procesal Penal de la Provincia.
Cuando se cumplieron casi seis meses de su implementación, EL LIBERAL dialogó con los integrantes del Ministerio Público Fiscal de la “Ciudad de la Amistad” para conocer los pormenores de esta experiencia, que significa dar una vuelta de página en la historia del Poder Judicial santiagueño.
La fiscal coordinadora, Silvia Albornoz, sostuvo: “Tenemos buenos resultados en cuanto a la cantidad y calidad de conflictos resueltos. Con este sistema de audiencias estamos resolviendo pequeños y medianos conflictos, porque se logra celeridad y agilidad, porque existe la opinión generalizada de que Justicia que llega tarde no es Justicia”.
En esta propuesta, los roles están bien definidos, pues la Fiscalía acusa; la defensa se ocupa de defender y el juez decide libremente sobre los planteos de las partes.
Una de las ventajas sustanciales es que “en breve tiempo que llega a una condena, previo acuerdo entre la defensa y la Fiscalía, cuando se trata de juicios abreviados”, señaló Albornoz, quien detalló: “Nuestro Código Procesal Penal permite hacer juicios abreviados en delitos que tienen una pena de hasta 15 años, por lo que la gama de delitos que queda contemplada en ella es amplia”.
Por otro lado, la forma de trabajo es diferente en el Ministerio Público Fiscal, pues el equipo de profesionales es uno solo y uno o más de ellos pueden trabajar indistintamente en los casos. En Frías, hay dos fiscales titulares y cinco auxiliares.
Sobre este tema, el fiscal auxiliar Juan Alende reconoció que “hoy se trabaja de otra manera. Se concurre a la escena del hecho, se trabaja con la Policía y se dan directivas en ese momento”.
Aceptación comunitaria
“La publicidad que tuvo el nuevo sistema ha generado, particularmente en la ciudad de Frías, que mucha gente haya encontrado soluciones, cuando con el viejo sistema de la Justicia no había encontrado una respuesta”, esbozó Aníbal Padula.
A su turno, su colega Martín Silva, apuntó: “Este sistema permite un sinceramiento a los reclamos que la gente traía a la Justicia, que nunca se resolvían y no había condenas. La sociedad estaba cansada y descreída en la Justicia porque sus casos no se resolvían. Nosotros, en un breve lapso, hemos logrado que la gente crea más en el sistema y esto representa realmente un cambio, que no queda en la simple denuncia”.
“Por otra parte, acotó Padula, no es sólo el juicio y la condena la única salida que tenía un conflicto, sino que ahora existe la posibilidad de llegar a un arreglo o un resarcimiento en asuntos de menor cuantía, con lo que se logra una satisfacción en el justiciable”.
Estos cambios profundos no significan que los episodios por delitos graves, como un homicidio o un abuso sexual, no llegarán a juicio oral, sino que se busca acelerar los tiempos procesales para que ello ocurra.