Un sargento que actualmente presta servicios en el Servicio Penitenciario provincial de Miraflores fue denunciado por su pareja dado que, según el testimonio de la mujer brindado ante autoridades judiciales, el hombre la habría sometido a una violenta golpiza mientras acusaba un profundo estado de ebriedad.
El hecho en sí ocurrió el sábado primero de este mes, aproximadamente a las 6 de la mañana, en el domicilio que la pareja comparte sobre calle Ayacucho. Según la información que se pudo recabar, como fruto de la relación la pareja tiene tres hijos varones; dos de ellos presenciaron una de las dos golpizas propinadas por el hombre a su mujer -una acaeció por la mañana y otra por la noche- e incluso uno de ellos también habría sido víctima de la violencia del descontrolado oficial.
De acuerdo con el testimonio de la denuncia radicada por la mujer golpeada, el pasado 1 de diciembre por la mañana, ella se encontraba en su domicilio cuando el oficial de apellido Osvaldo llegó al lugar en un fuerte estado de ebriedad. En el interior de la casa, se encontró con su mujer y tras intercambiar pocas palabras, el hombre comenzó a insultarla, a lo que su pareja, por temor a que todo pasara a mayores, decidió quedarse callada.
De todas maneras, el oficial siguió adelante con la violencia verbal hasta llegar finalmente a golpear a su pareja. Según la mujer, el hombre la atacó a puñetazos, golpeándole en la cabeza de manera reiterada con una agresividad de tal envergadura que a la mujer se le partió un diente y perdió un arreglo que tenía en el mismo.
Luego de descargar su furia, el hombre se retiró a su habitación a seguir tomando hasta el mediodía; pasadas las 13 se fue del domicilio, retornando a las 20, en un estado de ebriedad todavía más profundo. Allí se inició una nueva trifulca de insultos y golpes, pero esta vez dos de los hijos de la pareja estaban presentes y, según se estima, habrían intentado detener al hombre.
En este momento, el hijo más grande fue víctima también de la violencia del oficial, ya que su padre lo agarró del cuello, lo puso contra la pared y le tiró un golpe de puño que terminó impactando contra la pared. Tras este segundo episodio, la mujer se desmayó, el hombre se retiró del lugar, y al cabo de pocos minutos la mujer despertó justo para la llegada de un móvil policial puesto sobre aviso de la situación, aparentemente por vecinos del domicilio que escucharon los gritos de la trifulca.
Hablando por celular
En otro caso de violencia doméstica, una mujer de apellido Noriega denunció que su expareja -con quien terminó una relación de años por episodios de malos tratos y agresiones- la golpeó cuando estaba haciendo una llamada con su teléfono celular.
De acuerdo con la información a la que se pudo acceder a través de fuentes judiciales, la mujer ya había radicado denuncias previas por agresiones físicas; en esta ocasión, el hombre la encontró hablando por celular y, al pensar que la chica estaba charlando con otro hombre, le sacó el aparato preguntándole con quién hablaba.
Casi sin darle tiempo a responder, el muchacho tiró al piso a la mujer y la golpeó varias veces, propinándole patadas y golpes de puño. Según se pudo conocer, la muchacha en realidad hablaba con una amiga que escuchó toda la discusión y los gritos de la golpiza que el hombre le propinó a su expareja.
Por otro lado, en otro hecho del que poco se pudo conocer dado el hermetismo de las fuentes ligadas al hecho, una mujer de apellido Segura fue golpeada por su pareja de apellido Brandán en el domicilio que comparten en el barrio Eva Perón.
Según la denuncia radicada por la mujer ante autoridades judiciales, el hombre le dio varias trompadas en la cara, uno de ellos con tanta violencia que le rompió el tabique y le provocó un profuso sangrado nasal.
Con respecto a la proliferación de denuncias que exponen casos de esta índole en todo el ámbito del Valle Central, cabe destacar que más de quince denuncias por golpes fueron radicadas en las distintas Unidades Judiciales durante todo el fin de semana.
fuente http://www.elesquiu.com/notas/2012/12/4/policiales-264030.asp