Durante una recorrida efectuada a fines del 2011 por la Unidad Penal XV de Batán, el titular del Juzgado de Garantías N° 4 de Mar del Plata, Dr. Juan Tapia, hizo un relevamiento de cada uno de los espacios en donde funcionan las distintas empresas privadas que emplean a reclusos. En el acta que confeccionó -y la cual ya está en manos de las autoridades de la Delegación local del Ministerio de Trabajo-, el Juez detalla las precarias condiciones de higiene y seguridad (los baños están sucios y no poseen matafuegos, por ejemplo) en la que los condenados cumplen jornadas de 8 a 10 horas, actividad por la cual se les paga entre 20 y 25 pesos diarios. En el marco de una visita institucional que realizó el 21 de diciembre del año pasado a la Unidad Penal XV de Batán, el Dr. Juan Francisco Tapia, titular del Juzgado de Garantías N° 4 del Departamento Judicial Mar del Plata, labró un acta de 23 fojas en la que describe cómo funciona cada uno de los emprendimientos productivos privados instalados en la cárcel que emplean a parte de la población carcelaria. Sobre este documento se respaldó la Asociación Pensamiento Penal al presentarse ante la Delegación local del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires para advertir sobre la situación de “esclavitud” en la que se hallan las personas privadas de su libertad. “La denuncia de esta entidad reconocida a nivel nacional es seria y sólida en cuanto a sus fundamentos y las circunstancias sobre las cuales adviertemerecen, por lo menos, la intervención de órganos ejecutivos y de aquellos que tienen por objeto el control de las condiciones laborales. Por ejemplo, los salarios están muy por debajo de lo que deberían estar y esto, en un contexto de encierro, magnifica y potencia una situación de dominio y de dominación de aquel que cumple un rol de empleador”, afirmó el Magistrado en declaraciones a FM Residencias. A continuación, 0223.com.ar publica los fragmentos más relevantes del informe. LAVADERO Este emprendimiento comercial es explotado desde hace más de 2 meses por la firma Asepsia SA y se encuentra bajo la responsabilidad de un hombre de apellido Savadini. En este espacio se efectúa en dos turnos (de 8 a 16 y de 18 a 22) la limpieza de indumentaria proveniente de seis de las principales clínicas de la ciudad. Allí trabajan 60 internos, quienes tienen a cargo el mantenimiento de máquinas, costura, lavado y tareas administrativas. Se calcula que lavan, planchan y reparan un promedio de 5000 prendas diarias y, a cambio, perciben entre 20 y 25 pesos por día. En este lugar, sólo cuentan con una ducha y una letrina. FÁBRICA DE COCINAS INDUSTRIALES La explotación de este rubro lo realiza desde hace 2 años la empresa Emilio Vicente. Allí, de lunes a viernes y de 8 a 16, unos 7 internos producen dos cocinas industriales por día. Por esa actividad, se les abonan 25 pesos diarios y, según el titular de la firma, están cubiertos por una Aseguradora de Riesgos de Trabajo. En este caso, el Juez Tapia dedicó un párrafo aparte a la hora de referirse al estado “paupérrimo” que presentan los sanitarios. “La iluminación es prácticamente nula, cuenta con tres canillas de las cuales sólo una funciona. Asimismo, se hallan instalados tres inodoros, los cuales se encuentran mugrientos, sin bidet ni papel higiénico. Se observa a simple vista trapos con excremento que fueron utilizados por los internos para su higiene íntima”, expuso. FÁBRICA DE PAN RALLADO La producción de pan rallado dentro de la Unidad Penal XV de Batán está a cargo desde hace tres años de la firma Marca Líquida, cuyo titular es Alfredo Alzuarte. El trabajo se organiza de lunes a viernes en 3 turnos de 8 horas. Aquí se emplea a 14 personas, bajo la dirección de un capataz que también es interno. Según el propio empresario, por mes se generan 80 toneladas de pan rallado. En relación a los salarios que perciben los trabajadores, los mismos varían en función de las distintas tareas desarrolladas: la paga oscila entre los 20 y 25 pesos por día, a excepción del capataz de cada turno, que cobra 28 pesos. Ninguno de los operarios posee ART ni seguro. De acuerdo al Juez Tapia, Alzuarte argumentó estas falencias al mencionar que “es una oportunidad que se les brinda a los internos (sic)”. Por otra parte, en el informe se menciona que el sector cuenta con un baño que presenta serios problemas de suciedad y olores nauseabundos; sin puerta divisoria ni materiales de higiene. Hay apenas un sólo matafuegos. ZAPATERÍA Este rubro es explotado por la firma KAMET y emplea a 10 personas que realizan un único turno que se extiende de 8 a 17. Los empleados producen un promedio de 6000 pares de calzado por mes y sus remuneraciones varían en función del lugar que ocupa cada uno en la cadena de producción y de la cantidad de pares fabricados. En consecuencia, hay internos que perciben 600 pesos mensuales y otros que cobran alrededor de 1000 pesos por mes. La iluminación de este espacio es escasa. Incluso, el Magistrado notó que de 16 portalámparas instalados, sólo 2 se hallaban en funcionamiento. Respecto de las medidas de seguridad para el trabajo, se indicó que existen cuatro matafuegos de 10 kilos cada uno y cuyas cargas se encontraban todas vencidas desde octubre del 2011. FÁBRICA DE CAJONES DE VERDURAS En el sector donde se producen cajones para la carga de verduras trabajan entre 12 y 13 internos de 8 a 16. La remuneración que reciben los trabajadores varía en función de la tarea realizada: quienes arman los cajones perciben 25 centavos por unidad, mientras que los demás trabajadores perciben una paga de 2,50 pesos por hora trabajada. De acuerdo a lo informado por titular de la firma, Luis Laconich, todos sus empleados se encuentran debidamente registrados. Nuevamente, los 5 matafuegos instalados se encuentran con sus cargas vencidas, hecho que el Dr. Tapia subrayó al entender que ello implica “un grave riesgo” para la seguridad de los reclusos teniendo en cuenta que operan en medio de madera y aserrín; elementos altamente combustibles. Por último, el baño no cuenta ni con duchas ni con canillas y se halla en un “lamentable” estado de conservación y limpieza. FÁBRICA DE ENVASES Esta empresa se emplazó dentro de la Unidad Penal a principios de diciembre y pertenece a Vicente Morino. En el lugar se fabrican envases plásticos de 5 y 10 litros de capacidad para lavandina y otros químicos. Se trabaja en un turno único de 8 a 16, de lunes a viernes y con posibilidad de trabajar los sábados. La remuneración que percibirán los trabajadores de esta planta será de entre 20 y 25 pesos por día. La producción diaria estimada es de aproximadamente 450 bidones y 1200 botellas por día. En ese sector no hay sanitarios ni matafuegos. FÁBRICA DE MANGUERAS La fábrica de mangueras (propiedad de Marcelo Carreras) funciona dentro del Penal desde hace aproximadamente 3 años y produce mangueras eléctricas y de riego. Allí trabajan unas 14 personas privadas de su libertad de a 3 turnos por día, de lunes a viernes; las cuales perciben un salario de 35 pesos diarios. El único baño instalado es de difícil acceso, dado que se encuentra lleno de objetos en desuso que dificultan el ingreso. En el sanitario hay un solo inodoro puesto y no posee duchas. En relación a las medidas de seguridad, se observan 3 matafuegos de 100 dm3 sin datos acerca de la carga, mientras que otros 4 matafuegos, de 10 kilos se hallan vencidos. TALLERES En otro tramo del acta, el Juez Tapia especificó las condiciones en las que cumplen funcionan los reclusos en los talleres de carpintería y artesanías, en el de “arte en yeso” así como en el de chapa y pintura. En el primer caso, según lo manifestado por el encargado del lugar, un hombre de apellido Sosa, trabajan 10 internos -sin ART- y lo que producen es donado a instituciones de bien público y a las familias de los detenidos. Aquí no hay matafuegos y el baño es una letrina sucia que emana un olor nauseabundo. El elemento que oficia de “puerta” divisoria del baño y el espacio común de trabajo es una bolsa de papas abierta. En el espacio de “arte en yeso”, al menos 5 presos pintan -de 9 a 16- piezas que provee la empresa Rosemar. A cambio, perciben una paga de 3 pesos por unidad menor pintada y 5 por las de mayor tamaño. es la paga por las piezas de mayor tamaño. Por último, el área de chapa y pintura es responsabilidad del Servicio Penitenciario y allí trabajan al menos 2 internos de lunes a viernes de 8 a 16. Al momento de la visita, el Juez de Garantías certificó que los operarios se hallaban dejando “a nuevo” una casilla rodante propiedad de un agente penitenciario por la cual ambos cobrarían una suma total de 800 pesos. UNA CÁMARA DE “EMPRESARIOS CARCELEROS” Cabe recordar que los empresarios a los que se señala por someter a regímenes de esclavitud a los presos del Penal XV de Batán se encuentran organizados en la Cámara de Emprendimientos Integrados, que preside Cristian Alessandroni. Según pudo saber 0223.com.ar, desde ese sector no sólo se decidiría qué emprendimientos privados pueden ingresar a la cárcel, si no también, la unificación de los magros sueldos que se les paga a los reclusos. Autor / Fuente: Luciana Acosta/Carlos Vazquez
Más información: http://www.0223.com.ar/locales/52597-se-conocieron-algunas-de-las-empresas-beneficiadas-con-el-trabajo-esclavo-en-la-carcel-de-batan/