Tras masturbarse mientras le cortaban el cabello en una peluquería de Juan Manuel de Rosas al 1300, en barrio Martín, un hombre fue acusado por el delito de «exhibiciones obscenas» en la Justicia. Aunque fue demorado en el local poco después de las 14 del martes, quedó libre esa misma tarde, ya que no tenía antecedentes delictivos. La dueña del comercio, de 24 años, le cortaba el pelo cuando advirtió que bajo la capa que cubre la ropa del cliente había movimientos extraños. Al observar la situación, corrió hasta la puerta, encerró al joven, cruzó la calle y dio aviso a personal policial de la comisaría 1º, ubicada justo frente al negocio de belleza. Aunque intentó esconderse detrás de una pared que separa el salón del área de lavado, el muchacho fue arrestado y entre sus pertenencias le encontraron un aparato vibrador que pudo haber utilizado en el momento. Ahora, el juez Correccional de la 9º nominación, Héctor Osvaldo Núñez Cartelle, investiga el hecho de ultraje público al pudor.
Hace poco más de un año que Bárbara instaló su peluquería en Juan Manuel de Rosas 1315. Aunque puso un timbre en la puerta de vidrio para poder visualizar a la persona que pretende sea atendida antes de permitir el ingreso, nada en especial le llamó la atención del muchacho que anteayer, antes de las dos de la tarde, se acercó al local para cortarse el pelo. Hasta ahí, era un cliente más, «nunca lo había visto antes», según dijo un allegado de la joven, que ayer permanecía atemorizada y se negó a hablar del tema.
La mujer trabajaba sola, y no tenía personas en espera para ser atendidas. Le lavó la cabeza al muchacho, lo hizo pasar al salón y comenzó con el corte tras colocarle la bata que normalmente utilizan los peluqueros para que el cabello no caiga sobre la ropa del cliente.
Cuando la joven coiffeur estaba concentrada en el corte, advirtió que el hombre la miraba impúdicamente por el espejo frente a él y advirtió que se estaba masturbando. Aterrada, Bárbara corrió hasta la puerta del local, encerró al degenerado y cruzó la calle corriendo hasta la seccional 1º de policía.
Al llegar alertados por los dichos de la mujer, los efectivos no divisaron enseguida al muchacho, hasta que advirtieron que estaba agachado y escondido detrás de una pared que recorre la mitad del ancho del local y cubre el área de lavado de cabello. Tras arrestarlo, lo identificaron como Nicolás, de 25 años, quien entre sus ropas tenía un aparato similar a un consolador o un vibrador de unos 15 centímetros, tal como se expresó en el acta policial.
El subjefe de la comisaría 1º, Hermenegildo Ramírez, detalló que «según el testimonio vertido por la víctima, el masculino se estaba realizando un corte de cabello y habría intentado masturbarse». Contó que «en el local se procedió al arresto preventivo del joven que no puso reparos ni resistencia a la autoridad».
La conducta desaprensiva del muchacho que burló códigos de convivencia cometiendo una contravención, será analizada por la Justicia local. Desde la Fiscalía de turno, aseguraron que el delito de «exhibiciones obscenas» tiene pena concreta.
Ayer, Bárbara no se animó a estar sola en la peluquería, un grupo de amigos, familiares y su pareja se turnaron para acompañarla durante el horario de trabajo, ante el temor que sufrió la joven, tras el episodio que padeció anteayer.
fuente http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/9-34835-2012-07-26.html