Cuando empieza el año, la mayoría de los periódicos de la región tiende a hacer un balance sobre los distintos eventos de criminalidad e inseguridad del año anterior. Una suerte de diagnóstico de por qué sucedió, cuántas personas perdieron la vida, cuántos salieron lesionados y cuántos requirieron de atenciones especiales (por abuso sexual, maltrato intrafamiliar, violencia doméstica, trata). Todos los ciudadanos percibimos cómo la delincuencia y la inseguridad nos tocan a la puerta de casa, a través de un diario, una revista o un folleto producido por alguna institución nacional de seguridad.
Como ejemplo ilustrativo, el mapa de la inseguridad en América Latina nos muestra que cinco de dieciocho países tienen tasas epidémicas de homicidio por encima de 30 según datos nacionales de 2011 reportados al IDH 2013, mientras seis de dieciocho tienen homicidios por debajo de los 10 por 100.000 habitantes (ver gráfico I). Sin embargo, pocas veces nos preocupamos por la calidad de los datos que construyen esas informaciones. No sabemos exactamente si aumentaron los homicidios, los accidentes de tráfico, los suicidios, las muertes por arma de fuego, las riñas, o los problemas de convivencia entre otros.
Gráfico I. Nivel de homicidios por cada 100.000 habitantes según calificación OMS (2002).
Fuente: IDH 2013. PNUD. Desarrollo propio a través de www.infogr.am.
Preocupado por el tipo de análisis y la condición del mismo, el PNUD desde hace algunos años ha venido trabajando en la mejora de la calidad de la información con procesos de creación de observatorios de la violencia, capacitaciones en gestión de la información, y mejora del tipo de análisis de estos indicadores de inseguridad para la producción de políticas públicas de seguridad ciudadana y convivencia basadas en la evidencia.
En 2013 se logró apoyar a tres países con el fortalecimiento institucional de las capacidades para el análisis y uso de información -Bolivia, El Salvador y República Dominicana- y se fortalecieron los lazos entre instituciones nacionales en otros países como Haití, Panamá, y Honduras, generando acuerdos y memorándums de entendimiento que servirán para un intercambio fluido de la información disponible.
Estas acciones se basaron en un enfoque de seguridad ciudadana y convivencia centrado en las personas, a través del análisis de eventos que afectaban a su integridad y vulneraban lavida y la propiedad. Asimismo, se buscó que los distintos observatorios lograran comprender cómo estos fenómenos y cifras se reflejan en cambios de comportamiento de los ciudadanos, paralización social y miedo, que afectan al desarrollo de sus plenas capacidades.
En el mismo año, el PNUD logró tejer una red de seis observatorios metropolitanos de El Salvador, ampliar las capacidades de intercambio sur-sur del Sistema Nacional Integrado de Estadística Criminal (SIEC) de Panamá, y fortalecer los vínculos con instituciones regionales que trabajan en sistemas regionales de indicadores tales como:
– El proceso del Observatorio del Sistema de Integración Centroamericano (OBSICA) que se formó en gestión de la información de la mano del PNUD y
– El Sistema Regional de Indicadores Estandarizados de Convivencia y Seguridad Ciudadana (SES) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Instituto CISALVA -del cual PNUD es socio estratégico-.
Tal y como señala el Informe de desarrollo humano 2013: seguridad ciudadana con rostro humano, es fundamental fortalecer las capacidades nacionales de gestión de la información, análisis de datos, indicadores de seguridad ciudadana, y la coordinación institucional e interinstitucional para la mejora de las políticas públicas basadas en la evidencia. El reto actual para los gobiernos seguirá siendo hacer buenos análisis, fomentar la recolección de datos de violencia de género y feminicidios (ver gráfico II), difundir la información de calidad a los ciudadanos, y ofrecer una variedad de herramientas que les permitan comprender el nivel de afectación de algunas situaciones de seguridad y convivencia. Todo esto será fundamental para poder empezar a tomar medidas participativas y gestionar la seguridad desde los espacios comunitarios y locales hasta los niveles nacional y regional.
Gráfico II. Nivel de información de feminicidios en la región según reporte al IDH 2013.
http://www.revistahumanum.org/blog/seguridad-ciudadana-el-problema-de-la-calidad-de-los-datos/?utm_source=Emailbrain&utm_medium=email&utm_term=NewsletterLink&utm_campaign=blog_96&utm_content