El plenario de la Cámara Federal de Casación Penal rechazó las presentaciones del fiscal general Jorge Auat y del CELS contra la designación como juez subrogante del más alto tribunal penal de la Nación del juez Luis M. Cabral. Alegó en la resolución 1724/12 que los planteos eran extemporáneos, “máxime cuando los impugnantes no cuestionan la validez de las resoluciones jurisdiccionales ni la idoneidad del magistrado”, cosa que nunca estuvo en cuestión. En la simultánea acordada 9/12, el plenario de Casación extendió hasta el 30 de junio las subrogancias de Cabral y de los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, en las vocalías 12, 2 y 5, por las vacantes dejadas por las respectivas renuncias de los jueces Wagner Mitchell, Juan Carlos Rodríguez Basavilbaso y Juan Fégoli.

Cinco a cinco

Esta fue la conclusión de un áspero proceso de discusión interna, del que Cabral participó en defensa de sí mismo, en vez de excusarse, como es de estilo. Las posiciones se dividieron, cinco a cinco, dado que Cabral opinó pero no llegó a tanto como votar. Sin embargo, él fue quien propuso la salida que se adoptó: que se rechazara el planteo pero se limitara su subrogancia al primer semestre de 2013 y se diluyera el caso con una acordada que también tocara los otros casos. “De otro modo, me estarían echando por la puerta trasera”, dijo, en un diálogo de extrema franqueza corporativa. Sólo el juez Alejandro Slokar mantuvo su posición adversa y se pronunció por la conclusión inmediata de la subrogancia ilegal de Cabral. Pero los tres casos reunidos en la misma acordada son por completo distintos: Borinsky y Hornos son jueces del propio Tribunal de Casación, por lo que sus nombramientos se ajustan a la ley de subrogancia. En cambio, Cabral integra el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 9 de la Capital Federal y era sólo uno de los candidatos posibles que menciona la ley, es decir, todos los jueces federales de las cámaras de apelaciones y tribunales orales, entre quienes debió practicarse un sorteo. En cambio, fue designado en forma directa, por amistad o identidad ideológica. Ninguna de las resoluciones contestó esos argumentos sobre la designación de Cabral, realizada a propuesta de su colega Raúl Madueño, en violación a lo que ordena la ley de subrogancias y en una nítida manifestación de cooptación corporativa, violatoria de la igualdad ante la ley. Tampoco dijo nada sobre la recusación del CELS a Madueño, dado su rol en la selección de Cabral impugnada, “por razones de decoro y transparencia”, que no parecen regir en ese tribunal.

El delay del CIJ

Ambas resoluciones ratificatorias de Cabral fueron adoptadas el martes 11. Sin embargo, recién ayer domingo 16 fueron difundidas por el Centro de Información Judicial de la Corte, que conduce su presidente Ricardo Lorenzetti a través de la ex periodista de los Grupos Clarín y Hadad María Bourdin, especializada en el CATO Institute y colaboradora en medios internacionales de la extrema derecha liberal, que considera un crimen cualquier regulación de los mercados. No es en absoluto usual que el CIJ realice publicaciones en domingo y nunca con una resolución sin visibilidad pública y firmada cinco días antes. La demora y la insólita habilitación del día domingo se debe a que el jueves 13 se realizó la comida anual de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, que Cabral preside. La comida, en la que Lorenzetti dijo que los jueces no eran una corporación sino un poder del Estado, fue reveladora de la fractura interna originada por el comunicado inconsulto emitido el viernes 7 sin firmas que identifiquen a sus responsables por la Asociación de Magistrados junto con la Federación Argentina de la Magistratura, la Junta Federal de Cortes y Tribunales Superiores y la comisión de protección de la independencia del Poder Judicial. La concurrencia fue menor que nunca, por lo que debieron reacomodarse las mesas, y a las 23.30 todo había concluido, dado el tenso clima reinante. Los miembros de la Lista Celeste, que tiene a 9 de los 20 consejeros de la Asociación, decidieron no concurrir, en protesta por la invitación a lobbistas del Grupo Clarín y la exclusión del ministro de Justicia, Julio Alak, y el presidente del Consejo de la Magistratura, el académico Manuel Urriza. Cuando otros jueces le pidieron explicaciones, Cabral asumió como un error propio que no se hubiera invitado a Urriza, quien ingresó al Consejo por los Académicos, pero no suministró las razones. Respecto de Alak dijo que eran amigos desde hace 30 años y que “dada la relación entre el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo fui a verlo y convinimos que era mejor que no estuviera”. Curiosa concepción de la amistad. Consultado para esta nota, el ministro lo negó: “Amigos nunca fuimos. Lo conocí en mi adolescencia cuando acompañó a Jorge Abelardo Ramos a mi pueblo, Juárez, donde colaboraba en un periódico del FIP, y nos vimos de tanto en tanto mientras yo tuve contacto con Ramos, unos pocos años más”. También desmintió el presunto acuerdo para no asistir a la comida: “Vino a verme y me dijo que no invitarían a nadie del gobierno ni de la oposición. Eso fue todo”.

¿Por qué tanta prisa?

La presentación del fiscal general Auat, quien tiene a su cargo la coordinación del ministerio público en las causas que se realizan en todo el país por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado, destacó la celeridad de la designación de Cabral, en la misma semana de la renuncia de Rodríguez Basavilbaso y sin esperar a que asumieran cuatro nuevos jueces de la Casación ya designados, Mariano Borinsky, Ana María Figueroa, Juan Gemignani y Alejandro Slokar, quienes podrían haberse hecho cargo de la vocalía vacante. Auat dijo que, aunque irregular, la designación a dedo de Cabral pudo comprenderse en momentos de “crisis institucional”, debida a la multiplicidad de vacantes, pero que en el presente no hay razón alguna que justifique una situación análoga a la del forum shopping. El CELS, que apoyó la presentación de Auat, ya había pedido la nulidad de la designación de Cabral en febrero, en la causa en la que se investiga la responsabilidad de Fernando de la Rúa en los 35 asesinatos cometidos bajo estado de sitio en los últimos días de su malhadada presidencia, en la que representa a los familiares de las víctimas asesinadas Gastón Riva y Diego Lamagna y al detenido y herido durante la represión Jair Pérez Gorospe. Al rechazar esa impugnación en febrero, Madueño y Borinsky sostuvieron que la designación se mantendría hasta que cesaran las razones que la originaron. En la resolución de la semana pasada, el plenario de Casación opinó que la subrogancia de Cabral “atendió a la situación de emergencia institucional existente, que subsiste”, algo difícil de sostener, dado que cuatro vacantes se han cubierto de acuerdo con el procedimiento constitucional, luego de sendos concursos en el Consejo de la Magistratura, elevación de ternas al Poder Ejecutivo, escrutinio público de los postulados de acuerdo al decreto de transparencia y participación 558/03, período de apoyos e impugnaciones, audiencia pública en el Senado y designación por el Poder Ejecutivo. A eso se refiere el voto en disidencia de Slokar: “Habiéndose modificado sustancialmente las condiciones que dieron origen a la designación del doctor Luis María Cabral en calidad de subrogante, con el reconocimiento a su tarea y gratitud por los servicios prestados, corresponde dejarla sin efecto”. Otro argumento para el rechazo de la presentación del CELS fue aquella otra ya rechazada en febrero. Sin embargo, al fundamentarla, Borinsky y Madueño dijeron que el CELS no había demostrado qué perjuicio le causaba la presencia de Cabral en el Expediente De la Rúa, y que su designación no era una cuestión jurisdiccional sino de superintendencia interna del tribunal, lo cual justifica en forma ostensible la formulación del mismo planteo por esa otra vía. Para colmo de casualidades, otro de los jueces subrogantes en la misma sala es el camarista Eduardo Riggi, también recusado por el CELS y además denunciado ante el Consejo de la Magistratura por el delito de cohecho que habría cometido para que su sala entendiera en la apelación de José Pedraza por el asesinato de Mariano Ferreyra. (El autor de esta nota preside el CELS, que es parte en la causa mencionada.)

 

 

fuente http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-210037-2012-12-17.html