En horas de la tarde del lunes concluyó el juicio oral y público contra los penitenciarios José Alberto Franco, César Alberto González y Rubén Adrián Fernández. Se encontraban acusados de haber torturado al recluso José Santos Carmelo Castro Moya durante una requisa producida en la Unidad de Detención de Río Grande el pasado 22 de diciembre del año 2008. El Tribunal decidió condenar a 9 años de prisión de cumplimiento efectivo y la inmediata detención de los tres guardia cárceles por el delito de “Torturas”. Hubo gran malestar por parte de los allegados a los imputados. Se debió desalojar la sala de audiencias para la lectura del veredicto debido a los insultos y gritos en contra de los magistrados.
RIO GRANDE.- Luego de dos semanas de declaraciones testimoniales, este lunes en horas de la tarde concluyó el juicio oral y público contra José Alberto Franco, César Alberto González y Rubén Adrián Fernández, tres guardia cárceles de la ciudad de Río Grande, quienes se hallaban acusados de provocar torturas contra el fallecido recluso José Santos Carmelo Castro Moya.
Integrantes de la fuerza, ex reclusos que se encontraban en la Unidad de Detención Nº1 de Río Grande al momento de los hechos (22 de diciembre de 2008) y hasta un ex juez del Distrito Judicial Norte pasaron por los estrados para prestar declaración, en lo que fue uno de los casos de torturas de mayor relevancia en la ciudad.
Ya la semana pasada concluyeron todas las declaraciones, por lo que este lunes se iniciaron los alegatos.
En un primer momento, el Fiscal Mayor, Dr. Guillermo Quadrini brindó un extenso relato, donde explicó todo lo sucedido y a raíz de las declaraciones escuchadas durante las diversas jornadas, como así también de la prueba recolectada, solicitó una pena de 11 años de prisión para los tres uniformados por el delito de “torturas”. En tanto, los abogados defensores de los imputados, Francisco Ibarra y Luis Vestidelli, solicitaron la absolución de sus defendidos y en el caso de que exista algún tipo de condena, que la misma sea por el delito de “apremios ilegales”, que contemplaría una pena de uno a cinco años de prisión.
Una vez finalizados los alegatos y tras un largo cuarto intermedio, y con más de una hora y media de retraso, en horas de la tarde el Tribunal dio a conocer el fallo.
La sala de audiencias se encontraba colmada de familiares y allegados a los guardia cárceles y bajo un importante operativo policial de custodia.
El Juez Daniel Borrone, Presidente del Tribunal de Juicio, previo a leer el fallo, explicó la obligación que poseen de acuerdo al Código Procesal Penal, quienes deberán permanecer respetuosamente y en silencio, como adelantando lo que sería el final del juicio.
Así fue que el Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Norte resolvió condenar a los tres guardia cárceles imputados a la pena de 9 años cada uno de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua, por considerarlos co-autores penalmente responsables del delito de “torturas” en contra del recluso Castro Moya. Asimismo, se ordenó la inmediata detención de los tres acusados tras la finalización del juicio.
Disturbios
Mientras el Juez Borrone procedía a la lectura del fallo condenatorio para los tres imputados, comenzaron a escucharse, gritos, llantos, insultos por parte de los familiares y allegados, por lo que tras solicitar en numerosas ocasiones, que guarden silencio, se debió desalojar la sala de audiencia por medio de los efectivos de la policía que se encontraban en el lugar.
Allí los gritos e insultos comenzaron a hacerse cada vez más fuertes y la desesperación de los familiares al escuchar que se ordenaba la inmediata detención, provocó que una mujer se desvaneciera y cayera al suelo, lo que complicó aún más la tarea de la policía, ya que hubo algunos forcejeos en el lugar.
Familiares se mostraron dolidos
Una gran indignación se vivió en el sector exterior de los Tribunales del ex Campamento YPF, donde los familiares continuaban sin poder explicarse el por qué de la condena.
Si bien, los integrantes del Tribunal de Juicio dejaron entrever que existieron las pruebas necesarias para llevar adelante la condena, entendieron que no se hizo justicia.
Grandes momentos de dolor se pudieron observar, no sólo dentro de la sala de audiencias, sino varios minutos después de haber finalizado el juicio en el exterior.
Por otro lado, uno de los abogados defensores, Francisco Ibarra se mostró sorprendido por el fallo, asegurando que no se esperaban una condena de este tipo.
Asimismo, reiteró que la instrucción fue llevada delante de manera “pésima, deficiente, totalmente deficitario, si se tiente en cuenta que no se hizo un solo allanamiento, no se llevaron adelante el secuestro de elementos de gran importancia para la investigación, no hubo pericias médicas forenses ni fotografías al interno, por lo que no se logró comprobar la presencia de lesiones físicas”.
Ibarra explicó que aguardarán a la lectura completa de la sentencia y allí seguramente presentarán una casación ante el Superior Tribunal de Justicia.
fuente http://www.tiempofueguino.com/933-condenaron-9-anos-de-prision-penitenciarios-por-torturas.html