¿Por qué escaparon de un control policial y a toda velocidad los dos muchachos que se mataron ayer al estrellar un Renault Kangoo contra un árbol? Una pregunta para la que no habrá respuestas, sólo conjeturas. Por ahora, sobre lo ocurrido ayer pasadas las 2 de la madrugada existe una sola versión: la oficial. Según la misma, efectivos de la comisaría 11ª que realizaban un control nocturno de transporte público en Necochea y Uriburu observaron el paso de un Renault Kangoo y decidieron identificar a sus ocupantes. Les hicieron señales de luces y con la sirena, pero los ocupantes del auto hicieron caso omiso y se dieron a la fuga. Así empezó una persecución que se extendió por 23 cuadras. En Ayacucho al 5800, media cuadra antes de llegar a calle Lainez, el vehículo perseguido hizo una mala maniobra y se estampó contra un árbol.
El golpe fue letal. Los peritos que trabajaron en la escena indicaron que el utilitario circulaba a una velocidad que «oscilaba entre los 120 y los 150 kilómetros por hora», según indicó un vocero consultado. Antes de impactar contra el árbol, las ruedas del Kangoo se despegaron del piso y el vehiculo se enroscó en el tronco tras golpear con su techo. Uno de los ocupantes, identificado como Ricardo Daniel Rodríguez, de 23 años y afincado en Villa Gobernador Gálvez, falleció en el lugar. De entre sus ropas la policía secuestró dos pequeños envoltorios en los que había unos 6 gramos de marihuana. Por eso fue convocado personal de la ex Drogas Peligrosas de la provincia. El otro tripulante del utilitario, identificado como Ezequiel Alberto Cantero, de 20 años y también domiciliado en Villa Gobernador Gálvez, fue sacado agonizante por los bomberos y trasladado por un ambulancia del Sies al Hospital de Emergencias. Las múltiples fracturas y politraumatismos que había sufrido determinaron su muerte antes del amanecer.
Cuando los investigadores chequearon los papeles del Renault Kangoo comprobaron que no registraba pedidos de captura y tenía su documentación en regla. En su interior no hallaron armas. La pesquisa quedó en manos del juez de Instrucción Luis María Caterina.
Evasión y carrera. Necochea y Uriburu, en los límites de los barrios La Tablada y La Bajada. Miércoles, 2 de la madrugada. Por ese lugar circulan al menos cinco líneas del transporte urbano de pasajeros. De acuerdo al relato oficial, un móvil de la comisaría 11ª afectado al operativo nocturno de seguridad para el transporte público patrullaba por allí y sus ocupantes observaron un Renault Kangoo color rojo con dos jóvenes en su interior. «Los efectivos vieron a los ocupantes, no les gustó la facha y decidieron identificarlos», comentó una fuente policial.
A partir de ese momento, todos los movimientos realizados por el patrullero fueron reportados en línea a la central telefónica del 911, según se indicó. «La dotación de la patrulla les hizo señales de luces y un toque de sirena para que se detuvieran a los efectos de identificarlos, pero huyeron rápidamente», indicó la fuente.
El Renault Kangoo tomó por calle Necochea hacia al norte. Una cuadra y media después giró por Garibaldi hacia el este. Tomó Grandoli y retomó por Uriburu al oeste hasta Ayacucho, avenida por la cual circuló once cuadras hacia el sur. Tras cruzar calle Centenario, a la altura del 5800, la versión oficial indica que el auto le había sacado casi cien metros de ventaja al patrullero. Sobre el pavimento no quedaron huellas de frenadas. Sólo un derrape que hizo imaginar la mala maniobra del conductor del Renault. El vehículo cruzó de carril e impactó con su techo contra un árbol. «Fue como que voló unos metros e impactó con el techo del vehículo. Quedó enroscado al árbol», dijo un pesquisa. El estruendo sobresaltó al vecindario de barrio Roque Sáenz Peña.
Oficialmente no se reportaron disparos de ninguno de los sectores por los cuales se desarrolló la persecución. La presencia entre las víctimas de una persona de apellido Cantero despertó algunas conjeturas durante la jornada, aunque según se precisó, el fallecido no tiene parentesco alguno con el célebre líder de la banda de Los Monos del barrio Las Flores. Mientras ese muchacho era trasladado en estado desesperante al Hospital de Emergencias, los oficiales que trabajaron en la escena del accidente incautaron de los bolsillos de Rodríguez dos envoltorios con alrededor de seis gramos de marihuana. Esto hizo que intervinieran los ex Drogas Peligrosas. Sin embargo, hasta anoche ninguna de las fuentes consultadas pudo responder por qué corrieron hacia la muerte dos jóvenes sin antecedentes penales y sin nada que esconder.