La cárcel fantasma de Senillosa
La tiranía del papel incide mucho en el entendimiento de una problemática ya que muchas veces los editores cortan material sin contemplar la relevancia que tiene a los fines de la construcción de la noticia.
Acá les dejo el detalle de las falencias y obras que restan para habilitar la cárcel de Senillosa que cumple una una década demandando fondos al estado neuquino. Actualmente ha superado los 100 millones de pesos cuando el presupuesto original preveía $41.400.000 (ver nota).
Acá les dejo el detalle de las falencias y obras que restan para habilitar la cárcel de Senillosa que cumple una una década demandando fondos al estado neuquino. Actualmente ha superado los 100 millones de pesos cuando el presupuesto original preveía $41.400.000 (ver nota).
Infografía Quimeras |
Entre falencias y obras pendientes
La decisión de habilitar el penal de Senillosa es política ya que las obras que hay que concluir requieren de fondos al igual que toda la logística para su puesta en funcionamiento. A esto hay que sumarle celeridad en las gestiones que hay que realizar para tener los servicios básicos.
Al poco tiempo que se recepcionó el edificio, en 2008, que tiene capacidad para albergar a 600 presos, la Justicia y un grupo de legisladores realizaron un recorrido por las instalaciones donde advirtieron distintas falencias algunas de las cuales persisten en la actualidad y otras que son “insalvables” como la medida de las celdas que no se hicieron bajo los parámetros aceptados internacionalmente y la altura a la que se edificó el penal que es por debajo del canal de riego de la zona, lo que provocaría en caso de desborde que se inunde parte del predio.
Entre las obras que restan se encuentran: elevar la altura de las garitas de seguridad para que haya una buena visión del predio, reparar o cambiar los extractores de cada uno de los pabellones ya que durante las pruebas que se han realizado comprobaron que no ventilan lo suficiente. En caso de motín el gas que se arroje quedaría enfrascado en el edificio perjudicando tanto a los internos como al personal de requisa.
También hay que solucionar el problema de los paredones de los patios ya que son huecos y se ha comprobado que a mano un preso podría atravesarlos.
A las tareas se suma restablecer la iluminación del predio ya que de las 55 luminarias menos del 50 por ciento funcionan en la actualidad.
Otro dato interesantes es que la cárcel no tiene la autorización de Medio Ambiente de la provincia para realizar el vertido de líquidos cloacales. Además el agua que se toma para el mantenimiento del penal de acuerdo a los estudios que se realizaron tiene un alto contenido de agroquímicos a tal punto que se dañaron tres termotanques industriales que también deberán ser repuestos. Hoy el personal que cuida el predio sólo consume agua envasada.
En lo que respecta al sistema energético la cárcel cuenta con un generador para el caso en que se produzca un corte de luz ya que todos los dispositivos de seguridad son eléctricos. No obstante se aguarda que el EPEN disponga la instalación de un transformador para el penal porque está previsto que la ciudad penitenciaria consuma una cantidad de energía similar a la de toda la localidad de Senillosa.