Tres delitos por día cometieron menores de edad en el correr de 2012 en Montevideo, según datos relevados en los cuatro juzgados de Adolescentes. La gran mayoría de ellos fueron rapiñas.
Las fichas de las sedes muestran que, a fin de año, las causas judiciales rondarán las 1.020. Ello no significa que los menores infractores son un millar, ya que un mismo adolescente pudo haber cometido tres o cuatro rapiñas y hurtos en un mismo año. Es decir, realizó un atraco, fue atrapado, condenado e internado por un promedio de cuatro meses en alguno de los hogares del INAU. Al salir cometió otro asalto y el proceso se repitió, explicó a El País el abogado defensor de Menores, Daniel Sayagués Laso.
Estadísticas del Poder Judicial señalan que la participación de los menores en delitos en general ha ido en aumento en los últimos años.
En 2008, los adolescentes enfrentaron 760 procesos. En tanto los adultos, 4.521. Eso significa que los menores cometieron el 14% de los delitos.
Las cifras del Poder Judicial muestran que, al año siguiente, subió la participación de los menores en el universo de ilícitos. El informe oficial señala que, en 2009, 4.578 adultos (82%) fueron procesados y lo mismo ocurrió con 977 adolescentes (18%).
En 2010 se mantienen los guarismos aunque hay una pequeña caída de los delitos protagonizados por menores. La Justicia procesó a 4.057 adultos (83%) y a 842 menores (17%).
El año pasado volvió a incrementarse la participación de adolescentes en la comisión de delitos. Las cifras de los juzgados señalan que en 2011 fueron procesados 3.979 adultos (82%) y 873 adolescentes (18%).
Las sentencias de los jueces de adultos y de menores tipifican el delito cometido por los mismos. Las cifras del Poder Judicial muestran que los adolescentes comenten más rapiñas que los adultos sin importar que el número de menores delinquiendo sea más pequeño.
La Policía estima que los menores infractores son unos 1.000 y que los delincuentes adultos en libertad son unos 10.000.
Según operadores judiciales, la explicación de este fenómeno se debe que los menores reinciden en un período de tiempo menor que el de los adultos, ya que un delincuente mayor procesado por rapiña pasará cinco años tras las rejas, mientras que un adolescente estará internado en un hogar entre tres y cuatro meses por cometer el mismo delito.
Las estadísticas del Poder Judicial muestran, además, que los adultos prefieren los hurtos antes que las rapiñas y que, los menores, en tanto, optan por los atracos en lugar de los robos.
En 2008, 450 adultos fueron condenados por rapiña y 1.831 por hurtos. En ese mismo año, los adolescentes condenados por rapiñas fueron 422 y solo 89 por hurtos.
En 2009, los menores cometieron más rapiñas que los adultos. En ese año, los mayores condenados por rapiñas fueron 528 y por hurtos, 2.036. En tanto los adolescentes remitidos por rapiñas fueron 595 y apenas 78 por hurtos.
Las estadísticas del Poder Judicial señalan que, en 2010, la presencia de los menores en las rapiñas continuó siendo elevada. En ese año, 671 adultos fueron remitidos por este delito y 1.895 condenados por hurtos. En tanto, 576 adolescentes fueron internados en hogares por rapiñas y 65 por hurtos.
Las cifras de condenados adultos por rapiñas y hurtos de 2011 aún no fueron publicados por el Poder Judicial. Sin embargo, operadores judiciales afirmaron que son similares a los del año 2010.
En el 2011, 642 adolescentes fueron condenados por rapiñas y 119 por hurtos. Es decir, otra vez los menores cometen tanta rapiña como los adultos en un año.
Estadísticas de los Juzgados de Menores señalan que el promedio de privación de libertad impuestos por sentencias definitivas son de 8,3 meses. En delitos como las rapiñas y los hurtos, los menores quedan libres a la mitad de la pena.