El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, anunció hoy que en noviembre comenzará a aplicarse un plan piloto en el que se colocarán pulseras electrónicas a las personas procesadas por violencia doméstica.
Durante una entrevista en Canal 4, el secretario de Estado fue consultado sobre los métodos de prevención de los delitos vinculados a las agresiones familiares. Bonomi indicó que «en noviembre vamos a aplicar un plan piloto, que abarcará cuatro juzgados».
Los jueces tendrán la posibilidad de colocarles una pulsera electrónica a aquellas personas que sean procesadas por violencia doméstica.
Estas pulseras cuentan con un GPS que en todo momento da la ubicación del agresor a la Policía. La intención es que mediante este dispositivo se desestimule a los potenciales agresores a que no se acerquen a los hogares donde han sido denunciados.
«Estamos evaluando otro tipo de tecnología con Antel. Un dispositivo en los celulares que funcione como un botón de pánico que envía una alerta a 10 personas, incluida la Policía con la ubicación de la víctima», explicó el ministro.
Sin embargo, Bonomi indicó que este dispositivo tiene cierta resistencia porque «no todo el mundo quiere que se sepa donde esta».
Para el plan piloto se utilizarán 100 de estas pulseras electrónicas.