DANIEL ISGLEAS
El Senado pondrá hoy punto final al largo tratamiento del proyecto por el que se despenaliza el aborto bajo determinadas condiciones. Esta ley convertirá a Uruguay en el segundo país de las Américas, después de Cuba, donde el aborto será legal.
En la región la interrupción voluntaria del embarazo es además legal en Ciudad de México (DF), no así en el resto de América Latina.
El proyecto es el resultado de un acuerdo político entre el Frente Amplio y uno de los dos diputados del Partido Independiente (PI), Iván Posada, lo que aseguró el pasado 25 de setiembre su aprobación en la Cámara de Diputados por una ajustada mayoría de 50 votos a favor y 49 en contra. Se espera que en el Senado la iniciativa sea sancionada también por un voto de diferencia, 17 a favor y 14 en contra.
El presidente José Mujica tiene en su mano la posibilidad de vetar la ley, pero ya anunció que no lo hará. En septiembre, volvió a decir -esta vez en una entrevista con la cadena británica BBC- que despenalizar el aborto «puede reducir» su cantidad. Además, Mujica ha dicho que nunca vetaría una ley sancionada por el Parlamento.
En Uruguay se estima que por año se practican unas 33.000 interrupciones voluntarias del embarazo, según afirmó durante el debate de la iniciativa en la Cámara de Representantes el diputado oficialista Luis Gallo, médico de profesión, contra unos 47.000 nacimientos por año.
El proyecto será respaldado hoy por los 16 legisladores del Frente Amplio más el nacionalista Jorge Saravia, quien fue firmante del proyecto de ley original, antes de alejarse del FA y reincorporarse al Partido Nacional.
CUESTIONADO. Organizaciones sociales contrarias al aborto han tratado de convencer a Saravia para que no vote, incluso con gestiones políticas solicitando al Directorio del Partido Nacional que declarara el voto contrario como «asunto político», una situación que obligaría a Saravia a votar como sus compañeros; pero todo ha resultado infructuoso y el senador levantará su mano. No hay prevista ninguna sanción política para el legislador, dijeron a El País fuentes políticas nacionalistas.
El debate ha generado fracturas internas en todos los partidos y provocado duros debates entre quienes esgrimen el proyecto como alternativa ante la ineficacia de la legislación actual y quienes defienden la existencia de vida desde la concepción.
La ley que penaliza el aborto es de 1938. Pero desde 2008 una mujer que desea interrumpir su embarazo tiene garantizado por ley el derecho a obtener información sobre la mejor manera de hacerlo.
Llamativamente, el texto del proyecto de ley que se aprobará hoy es cuestionado tanto por los grupos sociales a favor de la vida, es decir contrarios al aborto, como por la Coordinadora por el Aborto Legal, quienes dicen que no garantiza a la mujer el derecho a decidir libremente sobre su cuerpo.
La comisión de Salud Pública del Senado analizó ayer el texto del proyecto de ley aprobado por Diputados el mes pasado.
Las modificaciones acordadas por el Frente Amplio y el diputado Posada fueron aceptadas por mayoría en la comisión, y el articulado, con un informe redactado por el senador Gallo, fue enviado al plenario para su sanción.
El Poder Ejecutivo promulgará la ley en los próximos días.
En 2008, el entonces presidente Tabaré Vázquez vetó los artículos de la ley de salud sexual y reproductiva que despenalizaban el aborto.
El día después
En las últimas horas se han confirmado distintas gestiones que se realizarán a partir de la sanción de la ley que despenaliza el aborto. Varios legisladores han anunciado el propósito de convocar a la recolección de firmas para someter a consulta popular la ley que hoy será sancionada, con el fin de derogarla. Movimientos sociales también seguirían ese camino.
LA MUJER TENDRÁ LA DECISIÓN
El texto del proyecto que hoy será convertido en ley establecerá la despenalización del aborto en las primeras 12 semanas de gestación, y siempre que el aborto se realice en centros de salud y bajo la supervisión de las autoridades. Solo ciudadanas de nacionalidad uruguaya podrán utilizar los beneficios de esta ley, por lo cual no hay riesgo de que Uruguay se convierta en un país de turismo de aborto ya que las extranjeras tendrán vedado ese derecho. La uruguaya que quiera abortar bajo esta ley tendrá que ir a un médico y expresar su deseo. El facultativo que reciba la consulta enviará entonces a la mujer ante un comité formado por ginecólogos, psicólogos y trabajadores sociales para que la informen sobre todas las posibilidades que tiene al respecto, abriéndose un plazo de cinco días para que ella reflexione. De seguir adelante con la idea, el aborto se realizará de forma inmediata, sin más trámites. Asimismo, y como excepción, se autorizará el aborto cuando el embarazo implique un grave riesgo para la salud de la mujer, cuando haya malformaciones incompatibles con la vida extrauterina o cuando el embarazo sea producto de una violación, dentro de las 14 semanas de gestación, según lo establece el texto a sancionarse en esta jornada.