El ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Eugenio Zaffaroni ratificó que 2014 será su último período como juez del máximo tribunal. «La decisión ya está tomada. Cumplo 75 años y ese es el límite que dice la Constitución», dijo el magistrado en un una entrevista al diario marplatense La Capital en la que defendió el proyecto de reforma del Código Penal y criticó los acuartelamientos policiales de diciembre pasado.
Para Zaffaroni, los once años que lleva en el cargo “fueron suficientes” y «es tiempo de dar las hurras y dedicarse a otra cosa».
Respecto al proyecto de reforma del Código Penal, el juez consideró que tiene un “efecto ordenador”, “porque lo que tenemos ahora es un caos”. “Si fuera por mí haría una cosa mucha más transformadora. Es un código que se inscribe dentro de lo que es más o menos la legislación comparada contemporánea”, indicó. Uno de los cambios importantes, explicó, es que “se le exige al juez que funde la cuantificación de la pena, cosa que no pasa hoy. Hoy prácticamente todas nuestras sentencias son nulas. También se le exige que funde la sustitución de la pena”.
Según indicó el magistrado, con la reforma del Código Penal, la máxima pena “queda como estuvo tradicionalmente”. “La llamamos como se debe en lugar de prisión perpetua: pena de treinta años. Nunca tuvimos pena perpetua porque sería inconstitucional. La pena perpetua nunca fue real en nuestro código”, aclaró. Sobre este punto criticó las condenas de hasta 50 años –a las que consideró “locuras”- que se aplicaron a partir de la llamada reforma Blumberg: “En mi opinión personal está derogada, el máximo de pena es de 30 años. En realidad nuestro código tiene un caos tan grande que nadie sabe legalmente cual es el máximo de la pena privativa de la libertad. Lo cual es una violación del principio de legalidad y constituye una flagrante violación constitucional”.
“La reincidencia es un hecho y no se puede hacer desaparecer. Ojalá que cada uno que cometa un delito cometa uno solo. Pero normalmente hay gente que comete varios delitos y si lo hace antes de la sentencia se resuelve conforme a las reglas del concurso. Y si los comete después de estar condenado se llama reincidencia. El fenómeno está y hay que ver cómo se lo regular y qué relevancia se le da”. Y ejemmplificó: “Alguien que se agarra a trompadas y provoca una lesión grave, si cobró un cheque sin fondo cuatro años antes no tiene nada que ver. Se trata de hacer una regulación más racional”.
Sobre las protestas policiales que se extendieron por las provincias en diciembre pasado Zafffaroni dijo: «Pueden suceder cosas más graves si no se repiensa la estructura policial». “Seguimos teniendo la misma estructura policial del siglo XIX. Es una policía de ocupación territorial, una policía militarizada, una policía que se autonomiza con fuentes de recaudación propia. La vieja conversión entre yo te cambio gobernabilidad por fuentes de recaudación. Y el resultado es este”. “La policía hoy es la que da los golpes de estado”, agregó.
Consultado sobre la posibilidad de que las fuerzas provinciales se sindicalicen, Zaffaroni dijo: «No sé si (debe debatirse) sindicalización o algo. De cualquier manera, el policía es un trabajador. Si nosotros seguimos con el modelo de policía militarizada de ocupación territorial es inconcebible que haya alguna organización por debajo de los jerárquicos. Pero la policía es un servicio civil y algún contacto con la base tiene que haber. Será sindicato o lo que sea pero algo tiene que haber».