El ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, mantuvo una profunda entrevista en el piso del programa radial Gente de Derecho –emitido por radio América– en donde hizo un repaso amplio por los temas que marcan el paso de la Justicia: la necesaria reforma del Código Penal, la judicialización de la política, la aplicación del juicio por jurados, y la reforma constitucional; éstos fueron algunos de los temas abordados.

“Los jueces todos los días nos sentimos abrumados, sobre todo cuando se produce el fenómeno de judicialización de la política”, señaló Zaffaroni, e indicó que este creciente fenómeno responde a “una pérdida de la capacidad de negociación de los políticos”. El ministro de la Corte hizo hincapié en que aquellos conflictos que deben resolverse en el ámbito de la política “lo peor que puede pasar es que los resuelva una sentencia”.

Concatenado a esto, el ministro de la Corte se refirió a la influencia de los medios de comunicación que ejercen cada vez mayor presión sobre los juzgadores, dificultando de esta manera el camino de la Justicia. Se trata de un tema que se puede visibilizar “no tanto en la sentencia definitiva, sí en las resoluciones de primera instancia”. “Hoy en día cualquier juez que excarcela a una persona tiene miedo. Hay una preferencia burocrática que puede generar el concepto de que los temas mejor los resuelva la Cámara”, advierte Zaffaroni, e insiste en el riesgo que genera que “entre los medios y los políticos irresponsables intenten estigmatizar a los jueces”.

JUICIO POR JURADOS. Consultado sobre la viabilidad de esta figura, el magistrado se manifestó en contra del llamado “jurado popular puro”, dado que, según lo señaló, existe una contradicción constitucional: “La primera objeción es que si bien abstractamente podemos distinguir entre lo que son cuestiones de hecho y de derecho, esto en la práctica es imposible; es decir, si a alguien le dicen que hubo o no legítima defensa, justamente debe saber qué es la legítima defensa, y en cinco minutos eso no lo puede explicar el juez”. En segundo término, Zaffaroni explicó que el jurado popular no funda la sentencia, de modo que la garantía de la doble instancia respecto del procesado no puede cumplirse.

“Hay que partir de la base que la Constitución no puede ser autocontradictoria: por un lado no puede estar imponiendo la doble instancia y por otro lado, adoptar un sistema de juzgamiento que sólo admite una única instancia”, destaca el magistrado y señala que “habría que entender, en una interpretación progresiva, qué es lo que quiere decir la Constitución del ’94 con el juicio por jurados. Y entiendo que en esta interpretación progresiva se puede considerar que se está exigiendo el control popular, y ahí sí me parece que se puede hablar de un jurado escabinado”.

REFORMA CONSTITUCIONAL. El magistrado una vez más se manifestó en contra del sistema presidencialista al que consideró caduco. “Se trata de una cuestión que deben revisar los políticos. Yo sigo defendiendo que el sistema presidencialista no funciona más y debemos empezar a pensar en un sistema parlamentario. Al principio puede ser que haya uno o dos vuelcos, pero después se van a acostumbrar”. Zaffaroni fue contundente: “Si bien el sistema parlamentario no previene un tsunami, es un sistema que permite que una crisis política no se convierta en una crisis institucional, es decir, que no nos pase lo de 2001”.

En este sentido, el ministro sostuvo la necesidad de trabajar en un mayor control de la constitucionalidad, dado que, según ejemplificó, el mecanismo de funcionamiento de la justicia demuestra que muchas veces la primera instancia falla determinando que una persona no puede “fumar un porro”, la Cámara resuelve lo contrario, la Casación vuelve a negar esta posibilidad y vuelve a encarcelar a la persona, y por otro lado, la Corte tiene otro criterio y termina dejándolo en libertad. “Esto determina una clara falta de seguridad jurídica. Tenemos un Código de fondo único con 25 posibles interpretaciones, pero hace más de 100 años se empezó a hacer una casación en la Corte, que es la arbitrariedad de sentencia, y hoy en día se viene todo el mundo por arbitrariedad de sentencia, de modo que estamos haciendo una casación sin la estructura de un tribunal casatorio”.

Ante este escenario, Zaffaroni sostuvo la necesidad de que se avance en reforzar el sistema de control de constitucionalidad, mediante la creación de un tribunal constitucional, para luego avanzar con un tribunal supremo de casación.

INTEGRACIÓN DEL TRIBUNAL. Luego de afirmar que dentro de dos años terminará su mandato, echando por tierra las versiones que hablaban de su renuncia, Zaffaroni defendió la integración numérica que mantiene la Corte en la actualidad al tiempo que sostuvo que “una Corte de cinco miembros significaría demasiado poder en pocas manos, y en definitiva se está decidiendo sobre la constitucionalidad de las normas».